Con estas técnicas de respiración puedes mejorar tu calidad de vida

La vida cotidiana puede estar llena de situaciones que generan estrés, sin embargo, con varias técnicas de respiración puedes hacer un cambio importante en tu bienestar.

20 SEP 2017 · Lectura: min.
Con estas técnicas de respiración puedes mejorar tu calidad de vida

La vida contemporánea, sobre todo en las grandes ciudades, es vertiginosa y demandante, por lo que no es difícil encontrar que uno mismo, familiares, amigos, cercanos y conocidos, padezcan de un estrés constante o ansiedad, sobre todo en situaciones o circunstancias de complicaciones personales.

Ahora, para lidiar con esto, hay algunos sencillos pasos a seguir con el fin de que, dándose un tiempo en el hogar o lugar que se elija, la calidad de vida mejore.

Así, lo primero es aprender a respirar de forma profunda a través de diversos ejercicios que harán que se reduzca el nivel de estrés y no solo eso, sino que también regular los niveles de presión arterial.

Es que si bien todos saben que la respiración es esencial para la existencia, no se llega a tomar conciencia de lo útil que puede ser para otros aspectos de la vida cotidiana más allá del hecho de la sobrevivencia. Respirando bien, por ejemplo, se incrementará la vitalidad de la persona y además se oxigenará la sangre y el cerebro.

Por esta razón, es que aprender a respirar es esencial, ya que hacerlo de forma correcta es muy beneficioso, sobre todo con el fin de mejorar la calidad de vida. Para ello, puedes seguir la siguiente guía:

  1. Respiración abdominal: debe sentarte – o bien acostarte-, de manera que quedes completamente cómodo. Luego de esto tienes que situar tu mano sobre el abdomen, es decir, debajo de las costillas, mientras que la otra irá a la altura del pecho. Posteriormente debes respirar profundo por la nariz y sentir que el abdomen empuja la mano. Al exhalar se deberá lograr que los labios se dibujen como silbando para botar el aire. Repítelo diez veces con un mínimo de tres.
  2. Respiración por las mañanas: si al levantarte cada día sientes el cuerpo rígido, un buen ejercicio de respiración es el estar de pie con las rodillas ligeramente flectadas, mientras que los brazos, colgando, deberán casi tocar el suelo. Tras esto intenta inhalar paulatinamente y regresar a la posición de pie, pero enderezándote de manera gradual. Cuando estés erguido debes contener la respiración por un par de segundos, para luego ir bajando otra vez y exhalando.
  3. Respiración para conciliar el sueño: y si el problema está siendo al dormir, debes recostarte, colocar una mano sobre el pecho y otra sobre el abdomen. De manera posterior respira profundamente. Luego debes contener el aire y el conteo debe ser del uno al siete, para exhalar seguidamente contando de forma regresiva del ocho al uno, sacando todo el aire de los pulmones. Puedes repetir hasta que te sientas más tranquilo/a.
  4. Respiración completa: para todo tipo de situación que cause estrés, este tipo de respiración puede ser muy útil y se puede hacer sobre una colchoneta o simplemente de pie, pero descalzo o con calcetines y de puntillas. Después tienes que inhalar por la nariz profundamente, sentir que se hincha tu abdomen y se expande la caja torácica, manteniendo el aire por varios segundos. Finalmente exhala con el fin de ir "desarmando" la postura.

Qué hacer frente a la ansiedad, una crisis de pánico o hiperventilación

Muchas personas que sufren de ansiedad o crisis de pánico respiran demasiado rápido y de manera superficial. Cuando se enfrentan a un escenario que les provoca miedo, por ejemplo, respiran de forma acelerada lo que deriva en una falta de aire y posiblemente una hiperventilación.

Algunos síntomas de esto último son el mareo, un nudo en la garganta, fatiga, poca concentración, dificultad para tragar, latidos acelerados, dolor de pecho y visión borrosa.

Un ejercicio de respiración básico en estos casos en el siguiente:

  • Recuéstate en el suelo y de espaldas, con las rodillas flectadas y la planta de los pies apoyada por completo.
  • Ubica una mano en tu pecho y la otra en tu abdomen.
  • Mantén la respiración mientras cuentas hasta 10.
  • Bota el aire e intenta despejar tu mente.
  • Inhala lentamente por la nariz durante 3 segundos. La mano en tu abdomen deben elevarse mientras que la mano en tu pecho debe mantenerse relativamente fija.
  • Exhala por tu boca durante 3 segundos, haciendo un ruido parecido a un silbido. Aquí, la mano en tu abdomen debe ir hacia abajo.
  • Después de un minuto de inhalar y exhalar en ciclos de 6 segundos, manten la respiración de nuevo por 10 segundos.
  • Sigue repitiendo el proceso durante 5 minutos.

Haz este ejercicio de respiración profunda por 20 minutos al día y cada vez que sientas que la ansiedad te invade. Dependiendo de tu rutina, es posible que debas dividir esos 20 minutos en pequeños "recreos" de 2, 4 o 5 minutos de relajación. Eso sí, recuerda: este tipo de ejercicios, en el caso de la ansiedad, deben ir acompañados de un tratamiento adecuado con un especialista.

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