Schadenfreude: cuando la desgracia ajena produce alegría

La palabra suena extraña y el concepto puede parecerlo aún más, sin embargo no son pocas las personas que han experimentado el sentirse felices por la desgracia o los problemas de los demás, que es, justamente, lo que significa el concepto alemán de Schadenfreude.

Su traducción, literalmente, tiene que ver con la unión de las palabras "daño" (Schaden) y "alegría" (Freude). Y, de alguna forma, es una de las emociones más contradictorias y particulares en el ser humano.

Ahora, aunque pareciera tener un significado negativa, no siempre tiene que ver con las malas intenciones. Por ejemplo, algunas veces se entrelaza con la idea de justicia, ya que alguien pudo haberse comportado de modo equivocado o cruel con uno y, cuando a este le pasa algo malo, de alguna forma emerge la sensación de que se llega a un cierto equilibrio natural.

Como sea, lo cierto es que científicamente se ha comprobado que el ser humano es capaz de generar dopamina, que es el neurotransmisor que tiene que ver con el placer y la recompensa cuando observa el mal ajeno.

Por otra parte y según Agustín Ibáñez, doctor en Psicología e investigador del Centro de Neurociencia de la Universidad Adolfo Ibáñez, el Schadenfreude forma parte de las emociones morales y que son aquellas que tienen relación con la "valoración o comparación social con otros", difiriendo de las básicas como el miedo, la alegría o la tristeza.

En el mismo sentido, cabe especificar algunas razones específicas que llevan a experimentar el Schadenfreude:

• Por alivio: En algunas oportunidades se siente bien cuando a otro le pasa algo malo por el simple hecho de que no le está sucediendo a uno. Es decir, cuando incluso un desconocido se cae caminando, brotan carcajadas y también el pensamiento de alivio porque no fue uno el protagonista de dicha situación embarazosa.
• Por envidia: Lamentablemente hay gente que es envidiosa de naturaleza y siempre quiere lo que el otro tiene. Este envidioso vive pensando en lo feliz que se sentiría si aquel perdiese aquello que supuestamente posee y que él no. De alguna forma, tiene que ver con el "si yo no lo puedo tener, que el otro tampoco lo tenga".
• Por baja autoestima: Algunas investigaciones han determinado que mientras más baja autoestima tiene una persona, más proclive es a experimentar el Schadenfreude. Esto se explica porque, al no sentirse confiados en sí mismos, ver a otros caer los hace sentir al mismo nivel que ellos. Es decir, les permite pensar que los demás pueden ser igual de "fracasados".
• Por venganza: Tiene que ver con sentir que lo malo que le ocurrió a otro es por un castigo merecido. Es sentir que la vida hizo justicia con aquel que le falló a alguien, sobre todo cuando se trata de crímenes o delitos, aunque también en situaciones más cotidianas como con aquel compañero de trabajo que ha sido despedido y que siempre se comportó de mala manera con otras personas de su entorno, por ejemplo. De esta forma surge un sentimiento de justicia.

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