Presión Social

Todos nos hemos sentido alguna vez presionados o estigmatizados de una u otra forma. Ya sea por nuestro físico, forma de ser, de vestir, de hablar, de pensar y un largo etcétera. Más aún nos hemos visto presionados a tomar decisiones o emitir comentarios con los que no nos sentimos cómodos o están completamente en contra de nuestro ser.

Y es que estos mandatos o conductas establecidas en la sociedad repercuten tanto a nivel interno como externo y cuando uno quebranta estas normas, se convierte automáticamente en la oveja negra. De hecho, más que la oveja negra, me han tildado de anarquista, antisistema, loca, inadaptada, tozuda, conflictiva y nunca pero nunca lo que realmente soy.

Porque soy mucho más auténtica, completa y diversa que esas etiquetas, ya que he aprendido a ser flexible conmigo misma y me permito ser de múltiples formas. No puedo ser igual siempre y con todos, tengo que fluir intuitivamente en los distintos lugares y con las diferentes personas.

Toda la vida, mi familia y amistades me han dicho que tengo mucha suerte, que "nací con una estrella en la frente" y resulta que sí, considero que soy muy afortunada en muchísimos aspectos de mi vida, pero nunca lo atribuiría a la suerte. En realidad considero que es mérito propio, que me lo merezco, que es una cuestión de causalidad (causa/efecto). Porque no ha sido fácil llegar donde estoy, me he tenido que esforzar y también he tenido que sufrir, llorar y gritar para estar donde estoy. Resulta que de eso se trata el camino, de retos y metas, de dulce y agras, de esfuerzos y recompensas, o sino qué sentido tendría?

Es en este camino, en donde me han juzgado y mirado feo más veces de las que puedo contar, por no seguir y adaptarme a los mandatos sociales. Y es por esto, que les quiero transmitir que sean ustedes mismos quienes ponen los parámetros, nunca sigan algo o alguien por las apariencias. Descubran quienes son en su interior y sean fieles a ustedes, a sus ideales, a la mejor versión de ustedes mismos. No obedezcan el orden de vida que les impone el mandato social, busquen su propio camino de felicidad y satisfacción, a pesar de los estigmas, dificultades, prejuicios y etiquetas, que al final del camino, nada de eso importará.

Lo importante será si cumplieron sus sueños, sus propias expectativas, si fueron leales y consecuentes a sus pensamientos y emociones, si lograron sus éxitos basados en sus propios desafíos. Todo lo anterior, es lo que les permitirá finalmente sentirse plenos y realizados.

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