¿Sientes que eres un fraude en tu trabajo? Tal vez sufren de este síndrome

¿Crees que no eres merecedor de tu puesto de trabajo, aún cuando tienes la formación adecuada? ¿Has sentido que eres un fraude y que vives una mentira? ¿Te sientes constantemente inseguro de tus competencias? Pues entonces es probable que tengas lo que los psicólogos llaman el síndrome del impostor.

Las personas con este trastorno psicológico suelen sentir que no merecen el éxito ni un puesto con un alto cargo, pues sienten que no tienen las competencias necesarias, a pesar de que día a día demuestren -en la práctica- que sí las tienen.

Esto se debe a que les cuesta creer en ellos mismos, en su talento, en su experiencia y en sus capacidades, por lo terminan sintiéndose un fraude y viven con temor a que otros vean lo que ellos ven en sí mismos.

Las personas que sufren este síndrome suelen tener baja autoestima y la necesidad de sentir la aprobación de los demás. También pueden ser poco tolerantes a la frustración o muy perfeccionistas.

Sea cual sea el caso, este sentimiento termina afectando sus carreras profesionales, pues temen tomar nuevos cargos, pedir aumento de sueldo, aceptar nuevos retos… todo siempre bajo ese sentimiento de que "no lo merecen" y "no son capaces".

¿Qué pueden hacer para superar este síndrome?

La psicóloga social Amy Cuddy entrega una solución desde su experiencia: A los 19 años tuvo un accidente de tránsito que hizo que su coeficiente intelectual disminuyera. Por esta razón, terminar su carrera le costó cuatro años más que al resto de sus compañeros.

Sin embargo, cuando entró a trabajar tuvo ese sentimiento de que no debía estar ahí e intentó dimitir, pero su jefa le dijo "Vas a fingir. Vas a hacer todas las charlas que te pidan aunque te aterre o te paralice, hasta que llegue el momento en que digas: 'lo estoy logrando'".

Resultó, y resultó también que Cuddy dedicó su carrera a estudiar cómo superar el síndrome del impostor. Algunos de sus conclusiones fueron que nuestro lenguaje corporal incide en cómo los demás nos perciben y más aún, porque también nuestra forma de comportarnos repercute en cómo nos sentimos.

Por eso, ella sugiere intentar actuar como una persona poderosa. Su conclusión se basa en las investigaciones y pruebas que realizaron con personas a las que enviaron a entrevistas de trabajo, diciéndoles que actuarán como personas poderosas. Por ejemplo, que se tomaran más espacio durante la entrevista, que levantaran siempre la cabeza y miraran sin miedo.

Junto con este grupo "preparado" también acudieron a la entrevista personas que no eran parte del estudio. ¿Cuál fue el resultado? Los reclutadores seleccionar a un 76 por ciento del total de personas que se comportaron como poderosas.

Es por esto que Cuddy señala: "Mi consejo es que, antes de una situación estresante, imiten el comportamiento de alguien poderoso. Que, durante dos minutos, abran los brazos y ocupen todo el espacio posible".

Si sientes que padeces de este síndrome, no dudes en buscar ayuda psicológica. De esta forma, podrás trabajar en tu autoestima y reforzar la confianza en ti mismo. Que tu mente no limite tu éxito.

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