La trampa de buscar reconocimiento a toda costa

En todas las etapas de la vida el ser humano está en búsqueda de reconocimiento, es algo innato. Cuando niño buscamos el reconocimiento de nuestros padres, en la adolescencia de nuestros amigos y así.

El problema comienza cuando tenemos la imperiosa necesidad de ser reconocidos a toda costa, cuando nuestro esfuerzo y meta es obtener reconocimiento, que no digan "lo hiciste bien", "que bueno eres en esto", "eres muy inteligente", cuando lo único que nos mueve es que nos evalúen positivamente. Ahí comienza el problema.

¿Cómo darse cuenta de que esa búsqueda por obtener reconocimiento es dañina? Por ejemplo, presentamos un proyecto y todos realizan muy buenos comentarios, les gusta, lo encuentran creativo. Pero uno dice que no le gustó y con ese comentario nos quedamos.

Ya no importa que a todo el resto del equipo les haya gustado. No. Nos frustramos por ese único comentario negativo y terminamos amargados en vez de disfrutar que el proyecto en sí fue exitoso.

Esto genera que le terminemos otorgando al otro un gran poder en nuestro perjuicio, porque finalmente será la opinión del otro la que nos valide, la que fortalezca nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos.

Es cierto, todo ser humano desea sentirse halagado y agradar, y no trata de algo negativo, siempre que no se caiga en el exceso. El bienestar personal de uno no puede depender de lo que opine el otro.

Steve Jobs: "No permitas que el ruido de las opiniones de los demás ahoguen tu voz interior".

Los psicólogos aseguran que detrás de estas personas que se afanan por el reconocimiento, hombres y mujeres inseguros, con miedo al fracaso y con una autoestima muy deteriorada.

Cuando la búsqueda de reconocimiento se vuelve negativa

• Cuando no nos atrevemos a discrepar de una opinión para no enojar o desagradar a la otra persona.
• Cuando las opiniones de los demás modifican nuestros estados de ánimo.
• Cuando nos cuesta decir "no".
• Cuando tenemos una excesiva preocupación por nuestro aspecto.

¿Qué debemos hacer? Atención a estos tres consejos.

1. Que la crítica sea un motor, no un obstáculo: Haz de las críticas un motor que te impulse a seguir aprendiendo, perfeccionándote, intentándolo y luchando. A todos nos gusta el reconocimiento, pero de lo negativo también se aprende. Es importante mantener ese equilibrio.
2. No puedes agradar a todos: Si estamos preocupados de caerle bien a todos, dejamos de ser nosotros mismos. En la vida siempre habrá gente a la que le agradaremos y gente a la que no. Y no es malo, es parte de la vida.
3. Cree en ti y en lo que puedes hacer: El estar pensando siempre en la opinión de los demás o en qué esperan ellos, limita tu libertad y tu creatividad. Disfruta lo que haces, confía en un tu talento y así brillarás.

De esta forma también verás potenciada tu autoestima y la seguridad en ti mismo, y no necesitarás que alguien te diga que eres bueno, porque ya lo sabrás.

Reconoce tus fortalezas y tus debilidades y acéptalas, así tu confianza crecerá.

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