Mecanismos de defensa: qué son y cómo los usamos

Los mecanismos de defensa nos ayudan a lidiar con algunas experiencias angustiosas y dolorosas, protegiendo nuestro ego. Pero algunos pueden conducir a condiciones patológicas.

13 AGO 2021 · Lectura: min.
Mecanismos de defensa: qué son y cómo los usamos

Los mecanismos de defensa nos ayudan a lidiar con algunas experiencias angustiosas y dolorosas, protegiendo nuestro ego. Pero algunos pueden conducir a condiciones patológicas.

¿Cuáles reconoces?

Durante el transcurso de nuestra vida aprendemos a reaccionar ante algunas experiencias a través de mecanismos de defensa, que paulatinamente pasan a formar parte de nuestra individualidad.

En psicoanálisis, estos mecanismos se utilizan para explicar la dinámica psíquica general.

Psicología de los mecanismos de defensa

Los mecanismos de defensa son una forma de responder, de forma defensiva, a los estímulos del mundo.

Estos mecanismos forman parte de nuestra individualidad y describen cómo nos relacionamos con el mundo. Son el resultado de varios factores, incluidos, por ejemplo, factores culturales y hereditarios, condicionamientos contextuales o relacionales, es decir, de todos los factores "experienciales" que encontramos en nuestra vida.

Son formas de reacción que operan fuera del ámbito de la conciencia y son implementadas por el ego para intervenir ante hechos de angustia.

Su uso sirve para adaptar al niño a la realidad, por lo que su presencia no es en general "patológica", pero en algunos casos pueden ser síntomas de un trastorno patológico, si se utilizan de forma desadaptativa.

Estos comportamientos han sido estudiados, especialmente en la rama del psicoanálisis, para explicar cómo se pueden mezclar las experiencias subjetivas, la personalidad y la psicopatología, y así intentar clasificar estos mecanismos de defensa del yo y los distintos tipos de personalidad.

Son automatismos aprendidos, que nuestra mente implementa (como fantasías, actividad intelectual o pensamiento) para protegernos no solo de nuestros impulsos sino también de todo aquello que pueda herir o causar angustia.

Los mecanismos de defensa en psicología se definen como mecanismos de autoconservación que nos ayudan a superar las dificultades.

Mecanismos de defensa ejemplos prácticos

Para entender algunos ejemplos prácticos de mecanismos de defensa, podríamos destacar que estas actitudes se activan para disminuir la ansiedad en momentos de conflictos internos inconscientes que acaban influyendo en la conducta.

Los mecanismos de defensa tienen algunas características comunes, que incluyen:

  • No son irreversibles, pueden cambiar con el tiempo
  • Son métodos para manejar situaciones negativas, en particular de formas que surgen de un problema relacional
  • Son automáticos e inconscientes
  • Son tanto adaptativos como desadaptativos: es decir, son mecanismos que se utilizan con normalidad pero si son extremos o se utilizan de forma rígida pueden ser síntoma de una patología.

Algunos ejemplos prácticos pueden ayudar a diagnosticar y tratar algunas enfermedades. Por ejemplo, una persona que aplica continuamente los mecanismos de defensa de la racionalización, intelectualización o aislamiento podría desarrollar un trastorno obsesivo compulsivo.

Un ejemplo práctico de racionalización podría ser intentar justificar un comportamiento tonto que pone en riesgo algo importante. Por ejemplo, salir con amigos hasta tarde, la víspera de una entrevista y señalar que ese trabajo no era tan importante.

En cuanto a la negación, por ejemplo, que se caracteriza por la negación de la realidad, una situación típica podría ser una viuda que sigue poniendo la mesa para dos o una persona que no acepta el final de una historia o una situación. La negación, en particular, llevada al extremo podría conducir a la psicosis.

Los mecanismos de defensa ocurren normalmente dentro de una relación porque involucran aspectos de comunicación. Pueden volverse inadaptados cuando la persona ya no es capaz de manejar la relación y transforma la realidad a través de una visión distorsionada.

Es decir, estos mecanismos de defensa se vuelven inadaptados cuando el comportamiento ocurre con frecuencia y nunca cambia, independientemente de la situación y el contexto.

Mecanismos de defensa de Freud

Los mecanismos de defensa más comunes.

Existen diferentes tipos de mecanismos de defensa que se definen como inmaduros y maduros en función del período de crecimiento en el que se desarrollen:

  • Primarios o inmaduros Son los que se desarrollan en la infancia y tienden a ser totalitarios y difíciles de manejar.
  • Maduros o secundarios Se desarrollan más tarde e involucran algunas áreas más evolucionadas como el pensamiento, los sentimientos o una combinación de ellos y algunos pueden ser más adaptable que otros. Posteriormente analizaremos las asociadas a algunas formas de neurosis y psicosis.

En este sentido, las defensas maduras deberían ser de alguna manera más sostenibles: la psicoterapia podría ayudar a llevar los mecanismos inmaduros o menos productivos hacia los más maduros y sostenibles. Estos mecanismos de defensa podrían ser útiles para afrontar la ansiedad u otras situaciones negativas que se presenten.

Negación

La negación es uno de los mecanismos de defensa más habituales e implica, de hecho, el ámbito de la negación de la realidad.

Hay casos de simple negación donde lo que se niega son solo los afectos (por ejemplo en el caso del fin de una relación se puede negar el amor que se sentía hacia la otra persona), mientras que en el caso de la negación en psicología es la misma realidad que se niega, lo que conduce a una neurosis.

La negación es primaria y primitiva, lo que puede conducir al delirio. La actitud de este tipo inadaptado podría resumirse con el lema "si no lo reconozco y no lo acepto, nunca sucedió".

Ambos mecanismos de defensa pueden ser desadaptativos y disfuncionales, en el sentido de que su uso repetido y no contextual no conduce a la resolución del problema sino solo al daño al individuo.

Represión

La represión es un mecanismo de defensa que se define como reprimir los sentimientos que podrían hacernos sufrir o asustarnos.

Los malos pensamientos, los recuerdos dolorosos o traumáticos se esconden dentro de nosotros con la esperanza de que nunca vuelvan a salir. En realidad, estos sentimientos no desaparecen. Estos sentimientos, pensamientos que hemos reprimido afectarán nuestro comportamiento y pueden afectar las relaciones.

El peor peligro de la represión consiste en no saber nunca cuándo saldrá esa representación interna de la angustia que hemos escondido y con qué poder y destrucción.

Proyección

Proyección en sí misma

Hay dos tipos de mecanismos de defensa de la proyección psicológica: la proyección en sí misma y la identificación proyectiva.

La proyección en psicología es el sentimiento en la base de la paranoia: algunos de los comportamientos o impulsos no reconocidos se atribuyen a otra persona.

Por tanto, el otro será percibido como hostil y peligroso. Un paranoico delirante podría proyectar aspectos de sí mismo que no reconoce en los demás y así crear delirios paranoicos. En este sentido, se realiza una escisión de las características buenas y malas de uno, y estas últimas se proyectan hacia afuera y no se reconocen.

Proyección e identificación proyectiva

Otro tipo de proyección psicológica es la identificación proyectiva que también se caracteriza en este caso por una escisión entre buenas y malas cualidades, proyectando las malas sobre las otras.

En este caso, también se agrega una especie de intento de control: al proyectar sus propias cualidades sobre el objeto relacional, la persona se siente capaz de identificarlas y controlarlas desde el exterior, de una manera normalmente agresiva.

Desplazamiento

El desplazamiento se refiere al desplazamiento, de hecho, de la amenaza o impulso incontrolable fuera del cuerpo, vertiéndolo sobre un objeto. De esta manera, la amenaza, en lugar de ser eliminada, se mueve hacia afuera y, por lo tanto, se siente como algo fuera del yo y ya no como algo interno e inaceptable.

Un ejemplo práctico de un mecanismo de defensa con respecto al desplazamiento podrían ser las fobias. Existen diferentes tipos de fobias que representan miedos irracionales pero que no representan un peligro real, desde la agorafobia hasta la fobia social o la aracnofobia.

Todas son fobias que podrían representar un desplazamiento de impulsos internos inaceptables.

Regresión

La regresión ocurre cuando el dolor o trauma sufrido es tan fuerte que es imposible sobrellevarlo y vuelve a una etapa anterior de la conducta representada por la infancia.

El regreso simbólico a este período permite al individuo eliminar las hostilidades actuales, pretendiendo que aún no han tenido lugar. La regresión puede manifestarse en los niños, por ejemplo, en circunstancias que los ponen ansiosos: al no poder responder con los estándares de comportamiento de los niños de su edad, comienza a responder a este problema con conductas de cuando era más joven que le agradaban.

Por ejemplo, cómo ponerse en cuclillas o hacer pis en la cama: todas las situaciones que involucran al padre y que acentúan su adicción.

Existe también una forma de regresión psicológica siempre ligada al aspecto infantil pero más adaptativo, que se denomina Regresión al servicio del yo (término acuñado por Kris en 1952) para explicar el uso de la regresión como medio de creatividad.

Este mecanismo de defensa también puede aparecer en adultos, en momentos de especial estrés o dolor. Algunos síntomas o ejemplos del mecanismo de defensa de regresión pueden implicar masticar bolígrafos o lápices, dormir con un animal de peluche caro o tratar de evitar las actividades diarias.

Racionalización

La racionalización es un mecanismo de uso común, que puede ser tanto adaptativo como pasar a etapas desadaptativas.

Con la racionalización en psicología comúnmente indicamos la justificación de un evento que se consideró angustioso con razones explicativas de conveniencia que sirven para frenar la angustia.

En el fondo queda la sensación de que lo que has hecho no está bien, pero estas justificaciones te permiten aceptar la elección que has hecho. Un ejemplo de racionalización puede ser enojarse con los compañeros por no entregar un trabajo a tiempo o con tu amigo por no llegar a tiempo, aunque también siempre te comportas de la misma manera.

Pero, ¿cómo se racionaliza? El significado de racionalización radica en el procesamiento mental de una situación. La racionalización es una herramienta lógica: es decir, la elaboración de conceptos lógicos y consecuentes que permiten explicar algunas actitudes que de otro modo estarían fuera de lugar o inconscientes, y aceptarlas haciéndolas sensibles.

Sublimación

La sublimación se considera un sentimiento adaptativo y muy útil porque permite redirigir sentimientos y emociones de cierta magnitud hacia algo constructivo.

Es decir, el objeto de la pulsión se reemplaza por otro propósito más socialmente aceptado. Un ejemplo práctico del uso de este mecanismo de defensa podría ser desahogar su enojo a través del ejercicio, en lugar de desafiar abiertamente a sus empleados o su jefe (obviamente no siempre es bueno porque a veces también tiene que aprender a lidiar con las confrontaciones. Pero digamos que en general puede ser una actitud positiva para recuperar la claridad y reanudar la discusión o el enfrentamiento con más calma).

La sublimación es también la expresión directa de emociones a través del arte, la música o el deporte u otras formas de expresión artística. En general, las conductas que surgen de esta forma son satisfactorias para el individuo porque son socialmente adaptativas y la persona puede expresar el impulso original.

Sin embargo, si este tipo de mecanismo falla, los tipos de impulsos infantiles subyacentes se manifiestan y pueden surgir conflictos.

Entrenamiento reactivo

El entrenamiento reactivo se refiere al caso en el que un sujeto, a pesar de reconocer su estado de ánimo, decide comportarse de manera opuesta a lo que siente. Este podría ser el caso, por ejemplo, de personas que no se dan la oportunidad de sentir enfado o frustración y optan por reaccionar de forma demasiado positiva.

No es solo un rasgo de comportamiento: a veces puede arraigarse tan profundamente como para afectar la constitución de un supuesto "falso si", es decir, una personalidad o identidad no auténtica.

El entrenamiento reactivo es un mecanismo de defensa, que en forma desadaptativa es la base del trastorno obsesivo-compulsivo: lavarse las manos a menudo podría representar simbólicamente la eliminación de sentimientos de suciedad e insuficiencia. El entrenamiento reactivo podría generar actitudes inconscientes que son exactamente lo contrario de lo que debería defender.

Compartimentación

La compartimentación le permite separar los diferentes sectores de la vida en "compartimentos", lo que le permite no pensar en una situación angustiosa y traumática a menos que se encuentre en ese "escenario".

Por ejemplo, puede decidir no hablar de su vida personal en el trabajo, bloqueando así esa industria. De esta manera, si hubiera dos condiciones en conflicto entre sí, podrían continuar existiendo sin crear confusión, culpa y vergüenza en el nivel consciente. De esta manera, también se pueden hacer dos elecciones de vida contradictorias al mismo tiempo sin captar la contradicción. Como aquellos que toman decisiones ilegales en el trabajo, pero enseñan a sus hijos a respetar las leyes.

Intelectualización

La intelectualización es similar a la racionalización pero que combina explicaciones lógicas con fuentes de referencia autorizadas como datos teóricos o científicos o argumentos aprendidos o compartidos, que sirven para mitigar la ansiedad.

El objetivo es eliminar las emociones cuando se enfrentan a desafíos en situaciones complicadas centrándose en los hechos cuantitativos. Un ejemplo podría ser el caso de un despido, y la persona afectada se lanza de inmediato a la búsqueda de trabajo, generando datos y oportunidades sobresalientes. Este mecanismo puede ser adaptativo ya que nos ayuda a avanzar y es temporal. Pero el uso prolongado de este mecanismo podría llevar a que no se procese la emoción y, por lo tanto, a crear una disfunción.

Incluso en los adolescentes, este tipo de mecanismo de defensa es bastante utilizado para tratar de hacer frente a los amplios impulsos de esta edad que también pueden generar mucho sufrimiento.

Enfermedades y mecanismos de defensa

Existen muchos otros tipos de mecanismos de defensa como el actuar, por ejemplo, que expresa la emoción a través de la acción (en lugar del lenguaje), o la represión, es decir, la cancelación de un recuerdo o un evento traumático porque no eres capaz de soportar la angustia, o la identificación con el objeto estimado y amado.

Estos pueden ser tanto adaptativos como desadaptativos dependiendo de la madurez a la que pertenezcan y si su uso se repite o no. A continuación analizaremos algunos trastornos y veremos a cuáles están asociados.

Neurosis

Algunos mecanismos de defensa que podrían volverse sintomáticos desadaptativos de la neurosis son:

  • Eliminación: como ya hemos visto anteriormente, se refiere a la eliminación del evento o las fantasías inaceptables. Es un mecanismo básico fundamental: los demás mecanismos suelen activarse cuando este mecanismo pierde su eficacia. Lapsus o el olvido son ejemplos prácticos.
  • Entrenamiento reactivo: la creación del falso yo conduce a la creación de un yo diferente de lo que realmente es, para alejar el impulso original normalmente hostil. Por tanto, se crean sentimientos de bondad o simpatía, pero que son solo un síntoma de un intento de ser aceptado, y esconden un fuerte sentimiento de inadecuación.
  • Desplazamiento: cuando los sentimientos inadecuados se trasladan a otro objeto.

Las formas desadaptativas pueden dar lugar a formas de neurosis, si se perpetran y son agudas.

Obsesiones

Los mecanismos de defensa que podrían conducir a un trastorno obsesivo o en todo caso ser sintomáticos de tales obsesiones y trastornos son:

  • Aislamiento del afecto: este mecanismo separa el afecto y la emoción del evento o pensamiento en sí, haciendo que la persona que implementa este mecanismo de defensa sea plenamente consciente de lo que está sucediendo, pero no lo procesa emocionalmente ni afectivamente.
  • Cancelación retroactiva: una acción simbólica se utiliza para compensar algo hecho anteriormente de lo que nos sentimos avergonzados o culpables.
  • Intelectualización: elimina las emociones al centrarse en datos y hechos cuantitativos.

Estos mecanismos pueden dar lugar a trastornos obsesivos, porque tienden a reprimir las emociones y de alguna manera son superados por los gestos obsesivos que toman su lugar.

Narcisismo

Los mecanismos de defensa típicos del narcisismo son:

  • Omnipotencia: Hace que esta persona se sienta superior a los demás y afronta situaciones con esta creencia.
  • Idealización: La persona que utiliza este mecanismo de defensa idealiza las características y comportamientos de sí mismo y de las personas que lo rodean.
  • Devaluación: Permite a la persona que lo utiliza devaluarse a sí mismo oa los demás, para justificar determinados comportamientos y acciones.

El narcisista siempre aparece como una persona seductora y exitosa, pero con un gran vacío emocional a pesar de su incapacidad para amar y este tipo de mecanismos de defensa pueden ser síntoma de tales características.

Mecanismos de defensa

Freud y Melanie Klein

En el campo de la psicodinámica o teoría psicoanalítica, los dos estudios más importantes sobre los mecanismos de defensa del yo se remontan a Anna Freud, en primer lugar, y luego a una revisión de Melanie Klein.

La principal diferencia entre los dos estudios tiene que ver con el hecho de que Klein enfatiza que la mente adulta es más fluida e inestable, y que tiene que luchar todos los días para mantener alejada la psicosis.

En la teoría de Freud, en cambio, la mente adulta permanece más estructurada y definida, porque es en la infancia cuando se definen los rasgos fundamentales del individuo (el nombre mecanismo de defensa proviene de la idea de una mente como estructura, al que se puede aplicar el análisis científico).

Otro punto de diferencia es el hecho de que según Freud el miedo primordial que nos hizo avanzar hacia un tipo u otro de personalidad fue el castigo y la culpa, mientras que para Melanie Klein el sentimiento que nos mueve hacia un determinado estado psíquico es el miedo a la aniquilación y abandono.

En cualquier caso, estos comportamientos sirven para protegerse de estas situaciones al convertirse en un elemento característico de la psique o en un elemento de algunas condiciones patológicas.

Conclusiones sobre los mecanismos de defensa del yo

Los mecanismos de defensa son mecanismos fundamentales para enfrentar el dolor, los eventos traumáticos y la angustia. Nacieron con Freud y son reelaborados por su hija Anna Freud, en el libro "El ego y los mecanismos de defensa" y también posteriormente, haciendo así estos mecanismos más flexibles y adaptables también a los adultos.

Muchos de ellos son útiles y positivos y nos protegen de la ansiedad y la angustia, pero en muchos casos pueden derivar en algunos trastornos, como el trastorno obsesivo-compulsivo, narcisista o neurótico.

Conocer estos mecanismos es importante: si existen dudas sobre determinados comportamientos y actitudes, no dude en pedir ayuda a un terapeuta con experiencia en trastornos de la personalidad.

Bibliografía

Mecanismos de defensa: qué son y cómo los usamos Mecanismos de defensa: qué son y cómo los usamos

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Escrito por

Paulina García Varela

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