La particularidad del psicoanalisis

En una crisis de salud mental como país, se cuestionan las formas de abordaje; prevalecen el consumo de fármacos y técnicas instantáneas. Quizás, una vuelta a la conversación no vendría mal.

9 ENE 2020 · Lectura: min.
La particularidad del psicoanalisis

Psicoanálisis e ideas asociadas

La persona va al analista, quien, con rostro solemne e inexpresivo, escucha con detención las palabras del paciente, sin siquiera decir una palabra de vuelta. Otros catalogan esta disciplina como un pensamiento oscurantista o alejado de lo que se denomina la ciencia al plantear que el inconsciente no se puede investigar al ser una entidad intangible. Sin embargo, vemos que influye en nuestra existencia al estar divididos internamente por deseos opuestos, síntomas inexplicables y muchos fenómenos observables que podríamos atribuir al inconsciente. De todos modos, es una idea que, como Freud señalaba, hiere el narcisismo del ser humano al plantear que no somos totalmente amos y señores de nosotros mismos. Esto sin duda genera detractores de la disciplina, además de estar cargada de ideas erróneas.

Mitos del psicoanálisis

La idea de un analista totalmente callado es falsa. Éste siempre hará los señalamientos e interpretaciones necesarias, pero con el énfasis de escuchar lo que el paciente tiene que decir. Lo que sí es verdad es el esmero del analista de escuchar con detención las palabras del paciente, pues, es aquí donde reside la verdad de cada persona que habla y la potencia para sanar.

Y es así como el psicoanálisis se erige como una práctica que reivindica la posiblidad de cada persona de hablar de sí misma con la mayor de las libertades, y a pesar de contar con la idea de diagnóstico, estructuras clínicas y todo aquello heredado del modelo médico trasladado a la psicología, el psicoanálisis abre la posibilidad de poner en cuestión la replicabilidad de los trastornos en los sujetos. Esto quiere decir que, a pesar de que dos personas puedan padecer de un trastorno de ansiedad, dicho síntoma será la raíz de conflictos totalmente distintos, con historias, pensamientos, y lo más importante, palabras que se anudan en la psíquis de la persona que son únicas, particulares y configuradas de una forma irreplicable.

Las palabras, por su parte, tienen una materialidad especial: son capaces de construir, destruir, modificar, cuestionar, aprisionar o liberar a una persona. Por ende, teniendo en cuenta su poder, lo más importante para la disciplina psicoanalítica es que el paciente hable. Es ahí donde reside su poder para curar desde una ética que brinda la posibilidad de "ser" de cada sujeto.Sin embargo, nos enfrentamos a una dificultad bastante contemporánea: El apremio económico y la necesidad de soluciones rápidas. Mucho se culpa a quienes exigen de la inmediatez, pero ante losrequerimientos del ambiente (trabajo primordialmente), es difícil no hacerlo. El problema de esto es que no se logra desplegar la potencia de la palabra, y en vez de hacer hablar a la persona, se la silencia con estrategias o técnicas para curar el síntoma lo antes posible. Muchas veces esto puede funcionar, pero no tocan aquello por lo que el sujeto está irremediablemente atado: su discurso.Esto no significa que el psicoanálisis sea una terapia de largo aliento: puede serlo en algunos casos, pero existen otras instancias en que una terapia puede durar menos de lo esperado. Todo depende de lo que el paciente quiera abordar, y de las verdades a las que está dispuesta o dispuesto a enfrentar.

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Escrito por

Juan Paulo Contreras López

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