Inteligencia no es igual a Coeficiente Intelectual

Howard Gardner define la inteligencia como

"el potencial para procesar información con el propósito de resolver problemas o crear productos que sean de valor en una cultura".

Entonces hablar de solo una inteligencia como tal, es una visión, para mi gusto, ya obsoleta para estos tiempos y abordada desde un número dado por un test de coeficiente intelectual, que habla de una estadística, pero no dice nada del ser humano que tengo frente mí.

Por lo que me resulta interesante trascender esta visión, poder expandirla, conocerla y descubrir las inteligencias múltiples: verbal, lógico-matemática, musical, corporal, espacial, interpersonal (la comprensión de las motivaciones ajenas), intrapersonal o introspectiva (la comprensión propia) y Naturalista, que vienen a dar respuesta a 8 diferentes formas de expresión humana, que dan cuenta de una particularidad, de una característica de cada persona que la hace única, y que lo hace inteligente no a través de un número, sino más bien a través de una manifestación más holística, es decir, más humana.

Se lo difícil que resulta mantener una mirada integral, cuando el sistema insiste en cuantificar, normar y limitar nuestra existencia. Es por esto que es importante ligarlo a las emociones, ya que la autoestima viene a ser un componente crucial en este tema de la inteligencia. Podemos decir entonces que es importante el cómo se siente la persona frente a su intelecto, el sentirse inteligente más que el manifestarlo a través de un número.

¿Y qué rol jugamos como padres?, el potenciar esta autoestima, el generar el espacio en que los niños se sientan inteligentes, les dará el sostén y base que necesitan para desarrollar diferentes tipos de inteligencia para que logren progresar y tener éxito en la vida. Pero en la relación del éxito y coeficiente Intelectual podemos ver que no van de la mano, y es que no se trata de negar la información del número, sino expandirlo e ir más allá y darnos cuenta que las personas que obtienen éxito, no son necesariamente las más inteligentes.

Alguien que no sabe gobernar sus estados de ánimo, canalizar la ira, superar el miedo o entender a los demás, es difícil que progrese en la vida,

"Todos somos diferentes y tenemos nuestro desarrollo propio pero lo importante es que sientan que son inteligentes, necesitamos múltiples perfiles, no debemos hacer sentir a los demás que solo existe una manera única y adecuada de ser, que solo un tipo de persona es la adecuada".

Cuando un niño siente que es valioso, que tiene inteligencia, que tiene una forma distinta de procesar que otro, su autoestima no es dañada. El desafío está en llevar al mundo real, este mundo mental y emocional. Y nosotros, como padres, educadores, adultos y personas, tenemos la responsabilidad y deber, de ser los agentes de educación, desarrollo y cambio de nuestra realidad actual.

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