¡Di basta al overthinking!

Darle demasiadas vueltas a una idea podría parecer algo normal y hasta positivo, sin embargo hay ocasiones en que pensar demasiado se vuelve un obstáculo para actuar, sobre todo cuando se trata de problemas y preocupaciones, en cuyo caso el estrés puede volverse insostenible.

Cuando esto pasa estamos bajo el concepto conocido como "overthinking", es decir, cuando pensar se hace de la forma incorrecta y solo se consigue llenar la mente de angustia, preocupaciones y temores.

Por eso es que es importante darle un determinado orden a los pensamientos, para que así se evite aquel flujo constante que termina por bloquear el accionar y, de paso, también se frena el posible desarrollo de otras patologías psicológicas.

¿Pero cómo se deja de pensar de forma excesiva? Hay un método que puede ayudar a ordenar el pensamiento y seguirlo puede aliviar de manera considerable nuestras mentes.

• Reconocer cuando se está pensando de forma excesiva: Para superar el overthinking, primero es fundamental reconocer el momento en que se está pensando demasiado determinado asunto. Y cada vez que se esté experimentando esa ansia o estrés, hay que retroceder y enfocarse en la reacción.
• Pensar positivo: Generalmente cuando se hace overthinking los pensamientos sobre aquello que se está haciendo son negativos, generando miedo y, en consecuencia, paralización de la acción. En este momento es importante concentrarse en las cosas que sí pueden salir bien y pensar que efectivamente así será.
• Aceptar que no siempre se tiene el control: La mayoría de aquellos que caen en el overthinking también tienen la necesidad de tener control sobre todo lo que se hace. Sin embargo, se debe entender que muchos aspectos de la vida cotidiana escapan del control propio. En este caso, hay que tratar de centrarse en el presente.
• No buscar la perfección: Pensar demasiado sobre cómo realizar determinada acción de la forma perfecta es perjudicial e impide avanzar, por lo que es clave entender que es mejor dejar de darle vueltas a un asunto y hacer progresos que a la larga significarán al menos un avance. Pues en búsqueda de la perfección quedan cosas que finalmente nunca se realizan.
• Controlar el tiempo: Si sigues pensando en exceso una determinada problemática, una gran alternativa sería imponerte un límite de tiempo. Por ejemplo, cuando estés en el trabajo, dedícate de forma cronometrada solo unos 5 a 10 minutos para analizar eso que mantiene ocupada la mente. Luego de esto anota aquellas ideas y también las posibles soluciones.
• Tener una actividad preferida: Para no dejar espacio a estas ideas recurrentes, un muy buen consejo es mantenerse ocupado en algo más. Por supuesto, el deporte es un gran aliado, pero se puede buscar cualquier otro pasatiempo: bailar, ir al gimnasio, tocar un instrumento, meditar, etc.
• Poner las cosas en perspectiva: Mucho del overthinking tiene que ver con las consecuencias futuras y negativas de alguna actividad, por lo que lo recomendable es imaginarse cuán importante será el asunto por el que nuestra cabeza está preocupada en un mes o u año y empezar así el desapego de ese pensamiento.

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