Mi hijo de 13 años me roba y miente descaradamente, ¡no sé qué hacer!

Estimada María, en principio habría algunas cosas que preguntarse sobre la relación madre-hijo: esta es una situación absolutamente nueva o ha habido a lo largo de la niñez de tu hijo episodios similares? Hace cuanto tiempo ocurre? Había confianza antes y de un momento a otro se rompió? Ha tenido comportamientos desafiantes en otros momentos de su vida?
Tu hijo se siente querido y cuidado por tí y el resto de la familia? Hay una figura paterna, hay hermanos, tíos, abuelos... Y cómo es la relación con ellos? Le han puesto límites claros desde pequeño o él ha sido siempre llevado a su idea y nadie ha podido ejercer la autoridad con él? Fue un niño deseado y esperado, en qué momento de la relación de pareja fue concebido? O eres madre soltera?
La pubertad y el inicio de la adolescencia son un momento difícil en la vida de cada ser humano, el cuerpo cambia, se incrementan los miedos, se intenta afianzar la personalidad y a veces eso se hace de manera desafiante en relación a los padres. Claramente algo de la relación a las figuras de autoridad está perturbado, por lo que hay que evaluar si es algo novedoso o si esto es arrastrado desde pequeño.
Intentar incrementar el autoritarismo solo te dejará en una posición de impotencia, por lo cual el trabajo es intentar llegar a la intimidad de tu hijo haciendo que él sienta que lo puedes comprender en lo que le pasa. Para eso, es importante consultar con un profesional de la salud mental promoviendo que se creen vínculos de confianza para que él pueda abrirse, mostrar sus miedos e intentar expresar lo que le pasa. En este momento él debe estar tan perdido como tú y no debe entender mucho qué le ocurre en este momento de su vida, el lugar de los adultos es ayudar y guiar a las generaciones menores, pero cuando hay un corto circuito en eso, los niños se sientes desorientados y tienen conductas no muy amigables.
Es necesario intentar comprender qué le pasa para poder ayudarlo y él tiene que sentir que él tiene un problema para poder pedir ayuda, sino solamente el problema lo tienes tú y él puede no sentirse implicado.
La relación con los adolescentes no es sensilla y suele ser muy beneficioso para los padres empezar ellos terapia para aprender a escuchar, a alojar y a lidiar con las emociones y reacciones de sus hijos, sino sólo se trata de desencuentros e intentos fallidos de restituir una autoridad que no anda, por lo cual todos sufren.
Espero mi comentario te sea de utilidad.
Saludos cordiales.
Ps. Carolina Vignoli
Esp. En psicoterapia
Mg. En psicología clínica. (U. De Chile)