¡De nuevo a clases!

Estructura y organización son las palabras que más pueden venir a nuestra mente cuando contemplamos el retorno a clases, simplemente porque venimos de un estado de relajación y poco orden de las vacaciones de verano, donde no existe horario de levantarse, de acostarse, ni rutinas por cumplir.

En cada participante de este regreso a clases se activan una serie de angustias que son importantes puntualizar, así como la posibilidad de resolver cada una de ellas de la mejor forma posible.

En los apoderados, por ejemplo, comienza a estar presente la preocupación económica, debido a que es una de las épocas del año que puede causar mayor desbalance financiero entre los padres de familia, por todos los gastos que se deben realizar para que sus hijos inicien, o regresen, al colegio. Para que este aspecto económico no se convierta en algo aterrador, es importante armar un presupuesto previo con el que se cuente para pagar las inscripciones, útiles escolares y uniformes, considerando primero los gastos fijos correspondientes al hogar. A su vez, es importante tener en cuenta el número de hijos que se tiene, para ver que materiales pueden pasar de hermano a hermano y reducir costos. También pueden hacer partícipes a sus hijos de este proceso, para que puedan comprender el esfuerzo económico que se realiza y puedan cuidar y valorar sus cosas.

Los niños, a su vez, pueden experimentar diversidad de emociones cuando llega este momento, desde emoción por ver a sus amigos, hasta tristeza y enojo porque se acabaron sus vacaciones, e incluso, algunos niños pueden sentirse angustiados o asustados si es su primer día de clases, debido a todas las cosas nuevas que van a experimentar, entre esas tenemos nuevos maestros, nuevos amigos, y tal vez incluso una nueva escuela. Estas emociones tienden a disminuir una vez que el niño, o adolescente, se introduce en su dinámica escolar, pudiendo encontrar en ella un espacio que le da estructura y seguridad.

Cuando los padres y las familias participan en los colegios de los niños, ellos se desempeñan mejor y tienen mejores sentimientos sobre ir a la escuela, por lo que hay muchas formas en que los padres pueden apoyar en el aprendizaje de sus hijos en casa y durante el año escolar. Aquí dejamos algunas ideas que pueden ser útiles:

(1) desarrollar una buena relación con los maestros y personal escolar del niño.

(2) Conocer a qué se dedica cada quien, en la escuela de su hijo, debido a que existen muchas personas en la escuela que están allí para ayudar a los niños a aprender, crecer social y emocionalmente, y navegar por el entorno escolar.

(3) Asistir a las conferencias de padres y maestros, para mantenerse en contacto con los docentes, y solicitar reuniones con la maestra periódicamente para estar al día con los conflictos que se pueden presentar en el colegio con respecto al niño y su rendimiento escolar.

(4) Si observa que su hijo presenta problemas para aprender, pídale a la escuela que lo evalúe y le emita un informe a tiempo, para buscar la ayuda necesaria a nivel psicopedagógico o psicológico, dentro o fuera de la institución.

(5) Asegurarse que su hijo haya cumplido con todas sus asignaciones, teniendo el programa de actividades y revisando sus cuadernos con regularidad. Es importante tener un horario regular de estudios y otro horario para distracciones y relajación.

(6) Ayude a su hijo a prepararse para los exámenes, allí podrá observar su capacidad de aprendizaje, memoria y atención.

(7) Demostrar una actitud positiva sobre la educación a sus hijos que les permita ver el colegio como un lugar agradable y no aburrido.

(8) Controlar la televisión, los videojuegos y el uso de internet, ya que los niños actualmente invierten mucho tiempo en estas actividades, y pueden dejar de lado actividades nutritivas como leer.

(9) Animar a los niños a ser responsables y trabajar de manera independiente, y fomentar el aprendizaje activo, lo cual implica hacer y responder preguntas, resolver problemas y explorar intereses. Para promover el aprendizaje activo, escuche las ideas de su hijo y responda a ellas, esto producirá elevados niveles de confianza para posteriormente hacer preguntas en clases y mostrarse más extrovertido.

(10) Por último, pero de suma relevancia, hable con su hijo. Hablar y escuchar juegan un papel importante en el éxito escolar de los niños. Es a través de esta interacción que realmente puede saber cómo se encuentra su hijo, emocional y cognitivamente, y así poderlo ayudar con las adversidades que se pueden presentar durante toda su escolaridad.

Si en algún momento observa en su hijo elevados niveles de ansiedad, ira, poca capacidad de prestar atención, hiperactividad, aislamiento o dificultad para socializar, bajo rendimiento académico prolongado, es importante que acuda a un psicólogo infanto-juvenil que pueda realizar una evaluación del estado actual del niño, tanto emocional como intelectualmente, para poder comprender qué le sucede y cómo poderlo ayudar tanto en el colegio como en el hogar.

Con la capacidad de organizarnos y teniendo una estructura flexible pero clara de nuestros días venideros, es seguro que el regreso a clases será una experiencia grata que continuará fortaleciendo el crecimiento de los niños y de la familia.

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