Sexo, orientación sexual e identidad de género

Cuando hablamos de sexualidad es muy fácil confundirse entre sexo, identidad y orientación. Son términos que van de la mano pero al final de la historia poco tienen que ver entre sí.

21 MAR 2018 · Lectura: min.
Sexo, orientación sexual e identidad de género

El sexo biológico

Es lo que todos vemos, el más fácil de definir, el niño nace con pene y la niña con vagina. Punto. No hay nada que discutir ¿cierto?

Lamentablemente seguimos viviendo esta dicotomía de forma rígida y si el bebé no encaja en una de estas dos categorías los padres, con asesoría médica, tendrán que decidir en cuál categoría lo ajustan. Quizás tengan que cortar por aquí y pinchar por allá pero finalmente va a encajar en alguna de las dos categorías Femenino o Masculino.

La orientación sexual

Por su parte es esa atracción, sexual, erótica, emocional o amorosa que sentimos hacia otras personas dependiendo de su sexo. Son esas maripositas que sentimos en el estómago cuando vemos a alguien, y según el sexo de ese alguien te puedes definir de distintas formas. Aquí entra otra dicotomía, la más conocida, Hetero-Homosexualidad, sin embargo, estas no son las únicas categorías con las que un individuo puede identificarse.

La orientación sexual suele dividirse en cuatro grandes categorías:

Heterosexualidad

Atracción hacia personas del sexo opuesto.

Homosexualidad

Atracción hacia personas del mismo sexo. Las personas dentro de esta categoría son llamas gays o lesbianas.

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Bisexualidad

Atracción hacia personas de ambos sexos. Que te sientas atraído por ambos sexos implica que puedes tener parejas heterosexuales y homosexuales a lo largo de tu vida sin preferencia hacia algún tipo. Esta categoría se asocia a promiscuidad pues existe la falsa creencia que debes estar con ambos sexos al mismo tiempo para sentirte satisfecho.

Asexualidad

No existe la atracción sexual. Si la persona siente deseo pero se niega a tener una relación por miedos o traumas no entra en esta categoría.

Los asexuales no sientes ningún tipo de interés por las relaciones sexuales. Es como si nunca tuvieras ganas ni curiosidad por correr un maratón. Simplemente vives feliz sin tener que hacerlo.

Hasta aquí es sencillo explicarle hasta a la abuela más conservadora.

Sin embargo, existen otras seis categorías que han sido ampliamente estudiadas y que causan mayor confusión:

Pansexualidad

Atracción hacia las personas. Esta se da independientemente de su sexo u orientación sexual, es decir, la atracción no la genera el sexo per se, ya que consideran que el sexo y el género son conceptos vacíos.

Demisexualidad

Atracción sexual cuando existe un vínculo afectivo previo. Suele compararse con la Asexualidad ya que al inicio se muestra como tal, pero con la existencia de un fuerte vínculo a nivel afectivo aparece la atracción sexual.

Lithsexualidad

Experimentan atracción hacia otras personas, pero no sienten la necesidad de ser correspondidas. Sería como mantener un amor platónico.

Autosexualidad

Atracción hacia uno mismo pero que no coincide con el narcisismo. No es una patología de la personalidad sino la franca atracción sexual hacia uno mismo.

Polisexualidad

Se siente atracción hacia varios grupos de personas con identidades de género concretas. A diferencia de la Pansexualidad pueden sentir atracción hacia dos o más tipos de sexo/género, pero no hacia todos.

Antrosexualidad

Abarca a quienes experimentan su sexualidad sin saber en qué categoría identificarse o que no sienten la necesidad de clasificarse.

Ahora que agregamos la orientación sexual puedes ver que las cosas se van haciendo más complejas.

Para muchos la mayor preocupación es hablar y aceptar la homosexualidad, pues ¡Sorpresa! Hay unas 10 categorías con las que alguien puede identificarse y aún ni llegamos al último concepto.

La identidad de género

Es la percepción que un individuo tiene sobre sí mismo en cuanto a su propio género que puede o no coincidir con sus características sexuales biológicas. Este suele considerarse como el sexo psicológico.

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Una persona puede considerarse como hombre o mujer sin importar lo que ve en el espejo, no importa su sexo biológico sino su percepción sobre sí mismo. Aquí es donde encontramos la transexualidad y que en el manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales (DSM-V) es llamado disforia de género.

Sí, la transexualidad es considerada una enfermedad mental debido a que existe una incongruencia entre el sexo biológico y el psicológico, y esto causa gran malestar en la persona.

Es importante aclarar que transexual no es sinónimo de travesti. El travestismo entra en la categoría de parafilias sexuales, ya que los hombres que la practican no desean ser mujeres a largo plazo con todos sus pros y contras (como si ocurre para el transexual hombre), solo obtienen placer sexual al vestirse como mujer.

Estas tres categorías se pueden mezclar de todas las formas posibles y por esto el comportamiento sexual es tan complejo e incluso difícil de entender.

Tu sexo biológico no define en lo más mínimo como va a ser tu comportamiento sexual. Si todos entendiéramos esto nos ahorraríamos horas de discusión poco productiva.

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Escrito por

Katherine Luis

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Comentarios 1
  • Valeria Estrada

    Hola, yo soy lesbiana y pues nunca me han puesto los penes, sin embargo recientemente me han intentando convencer de que es malo no querer estar con una mujer que tenga pene, pero es que a mi los penes no me ponen en lo absoluto, nunca lo han hecho y no soy bisexual. Con lo que mi duda es ¿la atraccion es al sexo o al género?

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