Consejos para padres: cómo mejorar la autoestima de un adolescente

Es muy importante en la adolescencia el "ser parte". El sentido de pertenencia: es en el contexto de los pares que se ponen a prueba modos de ser y pensar más diferenciados que recrean y validan el sentimiento de identidad personal.

Así, la percepción de una gran aceptación y la autoestima parecen relacionase a una vinculación segura, lo que confirma la hipótesis de que los modelos de vinculación influyen en la evaluación global de sí mismo.

El desarrollo de un estilo de afrontar la amenaza y de los sentimientos asociados de soledad y depresión son procesos multicausados. Entre todos los precursores de los mismos se hallan dos muy importantes ligados a los vínculos primarios, indispensables para que el niño pequeño pueda desarrollarse plenamente y experimentar bienestar psicológico: el apego y el estilo parental.

Se considera que ambos proporcionan las bases de la autorregulación motriz, emocional y social y, por lo tanto, son en gran parte responsables del desarrollo de los recursos para el afrontamiento, como las creencias de autocompetencia, y de los sentimientos asociados al fracaso, como la soledad y la depresión. La aceptación de la madre está mucho más relacionada con el apego que en el padre.

Aparece una relación inversa entre la autocompetencia escolar (creencia) y la depresión de los niños que no está presente en el padre, lo que indicaría que el niño es más dependiente de la aprobación de la madre que del padre. También se observa una relación positiva, aunque baja, entre la depresión de los niños y el control patológico de la madre.

Esta relación estaría en la misma línea explicativa que la de la autocompetencia escolar y la depresión. Parecería que el apego seguro con la madre no protege al niño de la depresión, pero lo que lo hace vulnerable a la misma es la desaprobación de la madre, que también le impide una buena relación con los pares.

El vínculo con el padre aparece más ligado a la depresión, evidenciándose que el apego seguro con el padre defiende al niño de los sentimientos de desvalorización y de autoinculpación. En cambio, el apego seguro con la madre protege al niño de la soledad, pero no de la depresión. Sin embargo, es la desaprobación materna lo que lo hace vulnerable a la depresión.

Algunos tips para poner en práctica

1. Discutir los puntos de desacuerdo en un contexto que se caracterice por la armonía y el apoyo, dando espacio a que el adolescente sea capaz de expresar su opinión y ésta sea escuchada, sin sentir el miedo a decir lo que piensa porque lo criticarán o tildarán de "tonto".
2. Poner atención a sus problemáticas, por "poco relevantes" que les parezcan a los adultos para ellos son verdaderos conflictos internos que crean un mundo de emociones.
3. Pedir la opinión al adolescente respecto a ciertas temáticas y que pueda observar que es tomada en cuenta.
4. Demuestre amor y afecto a su hijo. Todas nuestras acciones con nuestros hijos, desde la infancia, se deben hacer con afecto y amor. Un bebé que fue tratado con amor y afecto tendrá la sensación subconsciente que es lo suficientemente digno e importante para ser amado.
5. Felicite a su hijo. Dé a su hijo tantos elogios como sea posible, siempre que hagan algo correctamente. Dígale, "Estoy muy orgulloso de ti. Eres muy especial. Me gusto la manera que lo has hecho. "
6. Haga sus elogios creíbles. Es importante, sin embargo, que los elogios sean creíbles. Los elogios exagerados como, "Eres el mejor del mundo. Eres la persona más agradable que existe " pueden ser contraproducentes. El niño desarrollará un ego exagerado, y esto puede afectar la relación con sus amigos, y a la larga, tendrá un efecto negativo en su autoestima.

1. Fije metas para su hijo. La meta debe ser alcanzable—vestirse solos, conseguir una mejor calificación en la próxima prueba. Fije metas que sean acorde a la edad y las capacidades de su hijo (fijar una meta inalcanzable tiene un efecto negativo). Mientras el niño se esfuerza en lograr la meta, acompáñelo y felicítelo a cada paso del camino. Una vez que su hijo alcance la meta, felicite su logro y refuerce su imagen personal de emprendedor.
2. Critique la acción, no a la persona. Cuando su hijo haga algo negativo, dígale, "Eres un niño bueno y especial, no debes hacer esas cosas" en vez de decir, "eres malo."
3. Tome en cuenta los sentimientos de su hijo. Cuando su hijo sufra un golpe a la autoestima, es importante considerar sus sentimientos. Por ejemplo, si su hijo se siente ofendido por un comentario hecho por un amigo o un profesor, dígale "Sí, se que te ofendió lo que dijo esa persona " o "Se que sientes que tu amigo no te quiere". Solo después que su hijo sienta que sus sentimientos son importantes y tomados en cuenta, él estará abierto para que usted alimente su autoestima mostrándole toda la gente que si lo quiere y respeta, y las cosas positivas que otros han dicho sobre él.
4. Siéntase orgulloso de su hijo. Habitualmente, debemos recordar decir a nuestros hijos cuan afortunados y orgullosos somos de ser sus padres.
5. Hable positivamente de su hijo en presencia de la gente importante en su vida, como abuelos, profesores, amigos etc.
6. Nunca compare a su hijo con otros. Nunca le diga: "¿Por qué no eres como Pablito?". Y cuando tales comparaciones son hechas por otras personas, tranquilice a su hijo y dígale que el es especial y único a su manera. "
7. Asegúrese que cuando otros traten con su hijo sepan cuáles son sus puntos fuertes. Al principio del año escolar, hable con los profesores de su hijo y dígales cuáles son sus puntos fuertes y las áreas en las cuales él o ella sobresalen, de modo que el profesor tenga una perspectiva positiva de ellos y continúe fortaleciendo estos puntos.
8. Dígale a su hijo regularmente que lo ama incondicionalmente. Cuando fallan, o hacen algo incorrecto, recuerde decirles, "¡Eres especial para mí, y yo te amo siempre, sin importar lo que pase!"
9. Mejore su propia autoestima. Usted necesita verse a si mismo positivamente. Los padres que carecen de suficiente autoestima tendrán dificultades para mejorar la autoestima de sus hijos. Un buen padre es un padre que sabe que él o ella no son perfectos pero se valoran por lo que son, siempre intentando crecer y mejorar.

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