OMS reconoce el trastorno por videojuegos como una enfermedad mental

La sección de videojuegos de una tienda comercial es siempre uno de los lugares con más tráfico de público. Constantemente podemos ver a niños, jóvenes y adultos probando nuevos videojuegos, consolas grandes y portátiles, incluso preguntando cuándo llegará a la venta el próximo juego de moda.

Según un informe realizado por Common Sense Media, los adolescentes en Estados Unidos pasan nueve horas al día conectados a Internet o jugando videojuegos al día.

"Esto solo te demuestra que estos niños viven en este enorme mundo de tecnología digital 24/7, y esto le está dando forma a cada aspecto de sus vidas. Ellos pasan mucho más tiempo con la tecnología de medios que con cualquier otra cosa en su vida. Este es el intermediario dominante en su vida", explicó James Steyer, director ejecutivo de Common Sense Media.

Otra investigación realizada por ESET revela que el promedio de horas que destinar un gamer a jugar es de 10 horas al día, pero muchos han reconocido que incluso han pasado más de 24 horas jugando.

Esta realidad hizo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconociera el trastorno por videojuego como una enfermedad mental, por lo que lo incluirá en la próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11).

Esto, porque este trastorno provoca tres condiciones negativas:

1. Pérdida de control de la conducta de juego: La persona no maneja las horas que pasará jugando, la frecuencia con la que lo hará, cuándo terminará ni en qué contexto se encuentra.
2. Priorización del juego: El juego pasar a ser la prioridad de la personas por sobre otras actividades diarias y/o sociales.
3. Escalda: Todas estas señales van "in crescendo".

"Los profesionales de la salud deben reconocer que los trastornos del juego pueden tener consecuencias graves para la salud", explicó Vladimir Poznyak, responsable del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.

Al mismo tiempo, advierten que no sólo por ser jugador se tiene un trastorno, al igual que no por tomar alcohol se es alcohólico. Va en el control que uno tenga sobre la acción, pero sin duda ya hay muchos que perdieron ese control.

Frente a esta realidad, algunos países como Corea del Sur han limitado las horas destinadas a los videojuegos a menores de 16 años. Por otra parte, en Japón crearon una alerta para avisarles a los jugadores si pasan demasiado tiempo jugando y en China la empresa Tencent también puso límites.

Es tanta la adicción a los videojuegos que incluso un británico llamado Joe Kelly pasó 35 horas, 35 minutos y 35 segundos en línea jugando el popular Minecraft.

Otro caso sobre el extremo al que llegan algunos, es el del ciudadano japonés conocido como Daasuke, que jugaba mientras su casa se estaba quemando. Por el incendio resultaron con lesiones sus padres y algunos vecinos.

Pese a que la gran mayoría ve con buenos ojos que la OMS incluya el trastorno a los videosjuegos como una enfermedad mental, también hay algunos especialistas que han criticado la medida considerándola alarmista.

Es por eso que Richard Graham, especialista en adicciones tecnológicas en el Hospital Nightingale de Londres, en Reino Unido, dice que la clave es preguntarse: "¿Está la adicción (a los videojuegos) afectando al estado neurológico, dominando el pensamiento y las preocupaciones?".

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