Qué pasa con los miedos y fobias de la infancia

Todos los traumas o miedos que se desarrollan en la niñez pueden crecer hasta la adultez, sin embargo hay grandes y buenas formas de superarlos.

30 OCT 2017 · Lectura: min.
Qué pasa con los miedos y fobias de la infancia

Temerle a los payasos, al vecino con apariencia diabólica, a los monstruos del armario o a la oscuridad en general son fobias que de alguna forma todos los niños han compartido y que, incluso, muchos terminan llevando en el subconsciente hasta adultos.

No son pocos los casos en que, por ejemplo, el miedo al dentista o a las inyecciones perdura. O cuando nos ha mordido un perro de pequeños, luego siempre se suda frío y se intenta esquivarlos cuando los vemos venir directo a nosotros.

Por supuesto, la mayoría de las veces se mantendrá como un temor normal y controlado, sin embargo existen aquellos casos en que solo una buena terapia termina con aquellos miedos que se han transformado en impedimentos.

Por ejemplo, sentir desconfianza de los extraños puede terminar convirtiéndose en ansiedad social, mientras no poder dormir con la luz apagada deriva a veces en una mala calidad del sueño o incluso una obstaculización del normal desarrollo de actividades como conducir de noche.

Lo particular es que al menos el 10% de las personas llega a la adultez con uno de estos miedos de la infancia y, peor aún, convertidos en fobias que deberán tratarse o -de lo contrario- muchos podrían no tomar un trabajo porque deben usar un ascensor o perderán la oportunidad de conocer hermosas ciudades o paisajes por el pánico de tomar un vuelo.

Ahora, sea como sea, es mejor que los enfrentes y no es tan difícil como puede pensarse, sobre todo si sigues al menos estos cuatro consejos:

No rendirse y entender los miedos

La mayoría de las fobias proviene de la profundidad de nuestra historia evolutiva y tiene sentido. Por ejemplo, temerle a la oscuridad tiene que ver con que sabemos que ahí somos más vulnerables al no ver el peligro que se nos avecina. Vale decir que tienen explicaciones lógicas y pueden ser tratados desde ahí.

No se trata de ser débiles

Gran parte de las personas con alguna fobia cree que sus miedos suponen que son débiles o raros, pero no es así, ya que solo significa que se ha estado evitando aquello que se teme. Así que el siguiente paso es reconocerlo y afrontarlo.

Comenzar lentamente a vencerlo

Para vencer un miedo lo que hay que hacer es comenzar la práctica de enfrentarlo. Lentamente, pero empezar. Por ejemplo, si se tiene fobia a las arañas, hay que iniciar nombrando la palabra, luego mirando imágenes y luego verlas en vivo. Es decir, ir de nivel en nivel.

No hay que evitar las situaciones que lo provocan

Las fobias, principalmente, persisten porque la persona se ha tratado de mantener al margen de aquello a lo que se tiene miedo. Por lo tanto, cuando se enfrenten hay que tratar de no evitar la experiencia de manera encubierta. O sea, si se teme a un elevador, no hay que subir a él y estar pendiente en todo momento del teléfono, sino que hay que poner atención en aquello que atemoriza. Por supuesto que no será cómodo, pero hay que esperar hasta que se experimente que nada malo pasa y que los miedos pueden manejarse, todo con el fin de que el cerebro se aburra de esa fobia.

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Comentarios 1
  • Sharon

    Que pasa si se ha trabajado en vencer ese miedo , pero no se puede superar??

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