"Lo que te toca"

¿Cuánto de lo que decimos lo que hacemos? ¡En qué medida el discurso que tenemos se ve plasmado en nuestra vida?

24 AGO 2018 · Lectura: min.
"Lo que te toca"

Somos seres orgánicos, lo que sentimos lo pensamos, y lo que pensamos lo asimilamos, queramos o no. Cómo puede ser posible, que del amor parental pueda existir una falta de conciencia tal, de hacer daño con tal egoísmo a tu propio inocente.

Cómo puede ser posible, vivir con un conflicto entre el discurso y el acto, que con tal de aparentar el pedazo de verdad que puede tener una situación, (y sin mirar ni siquiera un poco más allá), vayas atropellando con tus intereses por sobre los de otros, que por lo demás ningún daño te han hecho.

No puedo entender cómo, lo que nutre a muchos es basura para otros, y aunque puede que no sea la panacea, hay bondad y positivismo en ello, y daño no hace.

Cómo puede ser tanta la rabia reprimida.... cómo puede ser tanto el daño... Qué circulo vicioso...

Me perturbe pensar cómo los antivalores entregados a un niño, lo pueden dañar a tal nivel de hacer de su vida de adulto una mentira irrepudiable, habiendo tenido todo para tener lo mejor. Y teniéndolo aún, pero sin posibilidad de acceder a ello, como si estuviera en otra dimensión.

Hoy, me apena pensar en la pérdida de talento humano. Cómo siendo tan capaces, a veces podemos ser bestialmente tóxicos. Me indigna la mentira. La percepción consciente que entrega la intuición NO debe ser ignorada. La fuerza de la verdad es mayor que la mentira y la falsedad. La fuerza del amor es más fuerte que cualquier emoción infectada por la rabia, el miedo y el trauma.

Tengo fe en los actos humanos, en las promesas cumplidas, en la bondad, la voluntad, las sonrisas sinceras, las risas a carcajadas, el amor espontáneo, y sobretodo en la vida como experiencia, cada una nos lleva a un aprendizaje. No pienso que existan experiencias malas, sì desagradables, pero son estas justamente, de las que más aprendemos.

Gracias vida, "por lo bueno", "lo malo", y "lo feo", sin ver los dos últimos, no podría ver lo positivo que es lo bueno. Y lo más más bueno, es poder entregar una mirada, y quizás con el poco idealismo que me queda, hacer un pequeño gran cambio en la vida de otro.

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Escrito por

Francisca Milos

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