Algunas heridas de la infancia y posibles consecuencias en la vida adulta​

El trauma o el abandono son sólo algunas de las heridas emocionales que pueden golpear durante la infancia y que luego pueden pesar en la edad adulta.

11 OCT 2022 · Lectura: min.
Algunas heridas de la infancia y posibles consecuencias en la vida adulta​

La infancia es una etapa esencial de nuestra vida porque refleja nuestra forma de ser adultos.

De hecho, todo lo que nos sucede en este período puede tener consecuencias para nuestro futuro, especialmente las experiencias más negativas.

El trauma o el abandono son solo algunas de las heridas emocionales que nos pueden afectar durante la infancia y que luego pueden pesar en la edad adulta.

Por un lado, es deber de los padres proteger adecuadamente a sus hijos.

Por otro lado, como adultos, es necesario abordar estas cuestiones que quedaron sin resolver en la infancia para poder seguir adelante sin demasiadas consecuencias.

¿Cuáles son las principales heridas emocionales en la infancia que pueden afectar a la vida adulta?

Estos son algunos de los principales:

  • Miedo al abandono

Si el niño no es seguido adecuadamente durante la infancia, por abandono directo de los padres o porque están siempre fuera de casa por motivos de trabajo, corre el riesgo de tener miedo constante de ser abandonado.

En la edad adulta, este miedo puede convertirse en un apego extremo a amigos y parejas, con lo que se establece una dependencia emocional.

  • Violencia física

Si el padre o la madre son violentos con su hijo, le enseñarán a mostrar su superioridad solo a través de la violencia física.

La frustración, el miedo y la ira acompañarán a esta persona hasta la edad adulta cuando, probablemente, podrían generar el mismo patrón de comportamiento, por ejemplo a través del maltrato a la pareja o a los propios hijos.

  • Rechazo o injusticia

Cuando los padres tienen una reacción de rechazo al nacimiento de sus hijos, o los someten a injusticias, llevarán una herida emocional abierta por los años siguientes.

Crecerán con una baja autoestima y poca confianza en sí mismos que les llevará a subestimar sus habilidades tanto a nivel laboral como emocional.

  • Traición

Los padres a menudo usan promesas para persuadir al niño a hacer algo que no están muy ansiosos por hacer, como la tarea.

Sin embargo, si estas promesas se rompen sistemáticamente, el niño aprenderá a no confiar en los demás y en sus palabras.

Como adulto, este miedo se convertirá en celos y el miedo de que los demás siempre sean poco confiables y deshonestos.

  • Acoso

Si el niño vive en constante humillación por parte de sus padres o compañeros de clase, crecerá en una fuerte inseguridad.

La baja autoestima, el miedo y la ansiedad podrían ser las consecuencias que le acompañarán durante la edad adulta.

Estos comportamientos, cada vez más en el centro de las noticias, deben ser erradicados no solo dentro de las escuelas, sino también dentro de las familias.

  • Miedo

Los padres a menudo subestiman los miedos de los niños.

Por un lado, los empujan de manera impaciente para superarlos, por otro lado, a menudo los utilizan para poder mantenerlos bajo control.

Ninguna de estas dos estrategias sirve.

Si estos miedos que surgen en la infancia no se superan lentamente y con mucha paciencia, corren el riesgo de crear adultos ansiosos, inseguros y sin coraje para enfrentar los cambios.

Foto: Mental Health Italia

Bibliografía

  • Leibman, F. H. (1992). Childhood abandonment/adult rage: The root of violent criminal acts. American Journal of Forensic Psychology, 10, 57–64.

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Escrito por

Paulina García Varela

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