Violencia intrafamiliar: cuando el amor se convierte en peligro
No es ni el primer ni el más grave ataque machista ocurrido en nuestro país, pero el caso de Nabila Rifo logró conmover a cada una de las personas que han leído su historia.
"Nabila Rifo es una mujer de Coyhaique que ha sufrido un ataque gravísimo e incomprensible", recalcó la presidenta Michelle Bachelet el pasado 21 de mayo durante su cuenta pública en Valparaíso.
Sólo 48 horas después la protagonista de ese relato era sometida a una intervención de casi 7 horas dirigida por especialistas maxilofaciales y de oftalmología en la ex Posta Central de la capital. Nabila había perdido sus globos oculares justo una semana antes del discurso de la presidenta: fue encontrada de madrugada, con hipotermia y completamente abatida, en una calle de la ciudad patagónica. En el fin del mundo, y en lo que podría haber sido el fin de sus días.
Horas después la tragedia se convirtió en noticia, hasta llegar a oídos de Carola Barría gracias a un llamado de su madre:
"Hija, pasó otra vez. Ahora en Coyhaique. Como a ti, a otra mujer le sacaron los ojos".
Según relató Carola al diario El Mercurio, su historia y la de Nabila son demasiado similares: "Como yo, Nabila era una mujer joven de 28 años y madre de cuatro hijos (…) El sábado 14 de mayo la habían encontrado los vecinos en la calle, sin sus globos oculares, como ocurrió conmigo en septiembre de 2014".
En el caso de Carola, el autor de este ataque fue la persona con la que había decidido compartir su vida: "Cuando mi ex pareja me sacó los ojos, huyó y tras una persecución policial, murió". En el caso de Nabila, si bien todavía el tema forma parte de una investigación, el único sospechoso es su pareja, Mauricio Ortega.
Y, pese a la aparente frivolidad del tema, una pregunta se ha repetido en las conversaciones cotidianas: ¿por qué ensañarse de esa manera con los ojos? Al parecer en ambos casos los autores de ese daño irreparable estaban –paradójicamente—tan cegados de celos, rabia y sentimientos de venganza que pensaron en la ceguera como el método más efectivo para equilibrar una balanza sádica y muy perturbadora.
Es poco probable que Mauricio o la ex pareja de Carola tuvieran profundos conocimientos de la mitología griega, pero curiosamente es en ésta donde podemos encontrar algunas explicaciones a sus desquiciados ataques: la ninfa Métope es castigada por su padre Echetus luego de descubrir que mantenía un affaire con un desconocido; mientras que Alcmena dejó ciego a Euristeo con el fin de humillarlo.
En un pasado bastante más inmediato también es posible dar con el caso de Tina Nash, una mujer inglesa de 33 años que también perdió completamente la vista en 2011 a manos de su entonces pareja Shane Jenkin, quien cumple condena perpetua en una unidad de salud mental de Reino Unido. Durante este episodio de extrema violencia, Shane le dijo a Tina: "De esta forma nunca más podrás ver a tus hijos".
Pero los motivos para actuar así, más allá del morbo noticioso, no tienen relevancia alguna frente a hechos tan deleznables y condenados de forma unánime por la sociedad en su conjunto.
Cómo prevenir (y curar)
"El asunto no irá a mejor, se volverá peor", dice la propia Tina Nash a otras víctimas de ataques similares en su libro Out of The Darkness. Una afirmación que suena desalentadora y que poco tiene que ver con la mayoría de comentarios que se suelen leer en libros de autoayuda para la superación personal.
En el reportaje publicado por El Mercurio hace algunos días Carola Barría hace una reflexión similar:
"Yo sé lo que le va a ocurrir a ella: Nabila no se va a despertar siendo la misma. Va a sentir desesperación, va a tener recuerdos, pesadillas y querrá ver a toda costa, pero no lo logrará".
Pese a esto, Carola también piensa en voz alta de modo más esperanzador: "Quizás un día me acerque a ella y le diga: 'Nabila, estamos vivas y debemos pararnos, por nosotras y por nuestros hijos'. Uno aprende a vivir a oscuras, es solo uno de nuestros cuatro sentidos el que desaparece".
En la imagen: Nabila Rifo, una de las más recientes víctimas de violencia de género en nuestro país.
En cuanto a las formas de prevención, la investigadora Leana Bouffard destaca que "la violencia intrafamiliar ha sido históricamente vista como un asunto familiar que debe ser arreglado dentro del hogar", pese a que en realidad se trata de un problema social, que nos incumbe a todos desde un punto de vista de comunidad: desde los organismos políticos, judiciales y medios de comunicación hasta centros de asistencia psicológica, los amigos, vecinos y familia extendida.
También se trata, por cierto, de que las víctimas sean capaces de distinguir entre los actos propios de una relación romántica y las acciones violentas, agresivas y destructivas. Cuando el amor se convierte en el peligro existe un grave problema.
En el mismo discurso presidencial del 21 de mayo, Bachelet anunció el patrocinio gubernamental a los proyectos de ley que buscan cambiar la actual norma de violencia intrafamiliar, con el fin de aumentar las penas asociadas, actualizar sus contenidos y ampliar el concepto de VIF más allá de la familia o las relaciones de pareja.
Cabe agregar que en la mitología griega dejar a alguien ciego en algunos casos también equivalía a brindarle una larga vida, como fue el caso del rey Fineo y del adivino Tiresias. Es decir, el sentido de la vista era intercambiado por algo mucho más poderoso: esperamos que en el caso de Nabila la compensación mitológica sea una vida larga y fructífera, marcada por la superación y el amor de sus hijos.
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Si estás sufriendo agresiones –tanto verbales como físicas—por parte de tu pareja, amigo, amiga o familiar, debes saber que no se trata de un hecho normal que debes seguir soportando.
Te invitamos a contactar a alguno de los psicólogos de nuestro portal que poseen experiencia en casos de violencia intrafamiliar. El primer paso es hablarlo en un entorno seguro para luego seguir avanzando.
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