Trastorno bipolar: 10 datos esenciales

1.- Qué es exactamente

"El trastorno bipolar es una enfermedad mental grave", explica el propio Ministerio de Salud, que se caracteriza "por un estado de ánimo fluctuante entre dos polos opuestos: la manía/hipomanía y la depresión".

Asimismo, el organismo señala que es una enfermedad "crónica, con curso fásico y recurrente", por lo tanto se recomienda su diagnóstico oportuno ya que limita la funcionalidad de la persona que la padecen, además de incidir en la "carga socioeconómica" y estar asociada a "una alta morbilidad y mortalidad si ésta no es tratada".

2.- Episodios maníacos y depresivos

En términos simples, existen dos tipos de trastorno bipolar:

• Trastorno bipolar I: Se trata de personas que sufren al menos un episodio maníaco o de manía (euforia, exaltación), además de otros episodios mixtos, es decir, una combinación de episodios maníacos y episodios de depresión mayor.
• Trastorno bipolar II: Consiste en pacientes hipomaníacos o deprimidos que nunca experimentan episodios maníacos o mixtos.

Además se pueden hacer otras dos clasificaciones importantes:

• Ciclotimia: Estados anímicos que no cumplen todos los criterios para ser denominados depresivos, maníacos o mixtos.
• Bipolar N.E. (no especificado): Es un perfil de persona que no cumple los criterios específicos definidos en los otros dos tipos de trastorno bipolar.

3.- Principales efectos y consecuencias

Una persona con trastorno bipolar, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, puede experimentar los siguientes problemas o inconvenientes:

• Insomnio o mal descanso.
• Baja considerable de sus niveles de energía.
• Poca capacidad para pensar de manera clara.

Incluso la enfermedad puede interferir con su habilidad de trabajar normalmente y de realizar actividades cotidianas. En los casos más graves, puede derivar en intentos de suicidio.

4.- Alta prevalencia del trastorno bipolar infantil en Chile

De acuerdo a un estudio publicado en el Congreso Centroamericano de Psiquiatría, existe un fuerte aumento en el diagnóstico del trastorno bipolar en niños y adolescentes latinoamericanos, situación similar a la que ocurre más específicamente en Chile.

Sin embargo, la psiquiatra Paula Zomosa señala –en entrevista a 24Horas— que es posible que exista un sobrediagnóstico debido a la dificultad para identificar de manera precisa los síntomas de dicha enfermedad en la población infantil:

"Se debe hacer el diagnóstico con mucha cautela. El trastorno afectivo bipolar en niños se manifiesta de forma atípica, por síntomas mucho más crónicos que episódicos como ocurre con los adultos – por ejemplo con irritabilidad severa donde el niño se puede exponer en riesgos, haciendo pataletas muy intensas y que le producen problemas en distintos ambientes".

5.- Mayor riesgo para hijos de padres con trastorno bipolar

Un estudio de 2015 realizado por el Nationwide Children's Hospital demostró que los episodios maníacos bajo el umbral, es decir experiencias que se acercan pero no cumplen los criterios totales de trastorno bipolar, sufridos por los padres generan un altísimo factor de riesgo para el desarrollo de trastornos bipolares y otras enfermedades de salud mental en sus hijos.

Asimismo, reveló que los niños de padres con trastorno bipolar tienen tasas mucho más altas de manía o hipomanía bajo el umbral (13,3% vs. 1,2%); episodios maníacos, mixtos o hipomaníacos (9,2% vs. 0,8%); y episodios de depresión grave (32% vs. 14,9%) que el resto de los niños.

6.- Relación del trastorno con problemas en la infancia

Un grupo de investigadores de la Universidad de Manchester comparó la probabilidad de que las personas con y sin trastorno bipolar tuvieran experiencias adversas en la infancia, tales como abusos físicos, emocionales o sexuales. Los hallazgos revelaron un fuerte vínculo entre estos eventos y dicho diagnóstico.

De acuerdo al doctor Jasper Palmier-Claus,

"Las consultas sobre las experiencias infantiles de una persona pueden hacer una diferencia significativa en cómo se procede con el tratamiento y los tipos de apoyo que pueden brindarse".

7.- El (posible) origen del trastorno

Una investigación reciente llevada a cabo en el Centro de Ciencia de la Salud de la Universidad de Texas reveló un detalle particular en el cerebro de las personas con trastorno bipolar: se trata de un menor volumen en partes específicas del hipocampo, un sector históricamente identificado como centro del procesamiento de la memoria y el ánimo. Específicamente consiste en una reducción en el tamaño del subcampo 4 de la cornu ammonis (CA), dos capas celulares y la porción final del hipocampo.

Dicha reducción fue más notoria en pacientes con trastorno bipolar tipo I.

8.- Posibles tratamientos

Para casi un tercio de las personas diagnosticadas con el trastorno bipolar, el litio es un medicamento milagroso, capaz de tratar efectivamente tanto la manía como la depresión. Pero una vez que alguien está diagnosticado, puede tomar hasta un año aprender si la persona estará dentro del 30% que responde al litio o dentro del 70% que no.

Ahora, un estudio publicado por el Salk Institute hace sólo unos días confirmó la existencia de un método basado en células que permite predecir si un individuo con trastorno bipolar responderá positivamente al litio – dicho sistema tiene un 92% de exactitud y sólo se requieren cinco células por paciente.

Sin embargo, no es el único tratamiento. También es de vital importancia, por ejemplo, participar en una terapia familiar…

9.- El rol de los más cercanos

En relación al punto anterior, la psicoeducación es clave en este tipo de cuadros. ¿Qué es? Se trata de una herramienta terapéutica a través de la cual un profesional de la salud mental entrega "fórmulas" o recursos, tanto al paciente como a familiares y apoyadores, sobre cómo comprender más y mejor la enfermedad, maneras de reconocer señales de alerta y contener posibles episodios e imprevistos.

Esta herramienta otorga no sólo conocimiento específico sobre el trastorno bipolar, sino que también ofrece alternativas para que todo el entorno del paciente sepa cómo adaptarse emocionalmente a dicha enfermedad.

En este sentido es clave no estigmatizar a la persona afectada, quien tiene otras esferas y recursos además de dicho trastorno. Esta enfermedad, con un tratamiento adecuado, permite desarrollar una vida normal.

10.- Qué hacer si sufres trastorno bipolar

• Reconoce tu enfermedad. El primer paso es reconocer que sufres un trastorno y que éste necesita un tratamiento; sin embargo, éste es sólo uno de otros tantos aspectos que te definen como persona – eres mucho más que eso.
• Sigue el tratamiento al pie de la letra. Los medicamentos recetados por tu especialista no son una simple aspirina o ibuprofeno – tienes que respetar 100% la forma y los horarios en que debes tomar los fármacos.
• Infórmate sobre posibles efectos adversos e imprevistos. Lo mejor es mantenerte lo mejor documentado posible sobre el trastorno bipolar: prácticamente cada día surgen nuevas investigaciones que ayudan a entender las causas, efectos y posibles tratamientos disponibles.
• Lleva una vida sana y equilibrada. No todo depende de los medicamentos – sigue hábitos saludables como dormir lo suficiente, practicar actividades deportivas y recreativas, evitar la cafeína, el alcohol y otras drogas, y compartir con seres queridos que sean un apoyo tanto en tu vida diaria como en la superación de tu trastorno.

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