¿Se puede salvar una relación donde hay maltrato?
La violencia se produce porque desde el principio de la relación la víctima no supo poner límites al maltrato o porque el maltratador fue integrando la violencia como algo normal
En Chile, el 35,7 por ciento de las mujeres reconoce haber sufrido violencia durante su vida, pero pocas son las que denuncian los hechos. En este número de víctimas, se considera a toda mujer que ha sido víctima de violencia física, psicológica y/o sexual.
De este porcentaje, un 14 por ciento no denunció porque tuvo miedo, un 44 por ciento porque no lo creyó necesario y un 32 por ciento porque cree que las cosas mejorarán. Estas dos últimas cifras sin duda llaman la atención, pues dan cuenta de que realmente no se le toma el peso a la violencia que se da dentro de una relación de pareja.
La violencia se produce porque desde el principio de la relación la víctima no supo detectar ni poner límites al maltrato o porque el maltratador fue integrando la violencia como algo normal, y fue aumentando en grado y frecuencia con el pasar del tiempo.
Es por eso que, pese a que cualquier tipo de violencia es absolutamente dañina y condenable, en este artículo nos concentraremos en la psicológica debido a que muchas víctimas se plantean la siguiente interrogante: ¿Es posible salvar una relación en la que hay maltrato psicológico?
Aquí te explicamos en qué consiste el maltrato silencioso o psicológico
El maltrato psicológico es una conducta perversa y destructiva que se produce en medio de una relación asimétrica, donde existe un dominante y un dominado.
También hay que dejar en claro que tanto el agresor como la víctima tienen problemas psicológicos: el primero porque ejerce la violencia y el segundo porque no se percató de los límites que estaban siendo sobrepasados y ha tolerado el maltrato.
¿Cómo se llega al maltrato?
La violencia se produce porque desde el principio de la relación la víctima no supo detectar ni poner límites al maltrato o porque el maltratador fue integrando la violencia como algo normal, que va aumentando en grado y frecuencia con el pasar del tiempo.
En cuanto al maltratador, generalmente son personas que tienen heridas emocionales profundas, ya sea porque fueron víctimas de algún tipo de agresión durante su infancia o porque vivieron en contextos familiares violentos. Sin embargo, también hay casos de maltratadores que vivieron una infancia apacible y, por lo tanto, no se debe generalizar.
Es por eso que, de manera consciente o inconsciente, terminan repitiendo la misma conducta y son incapaces de amar en un contexto de libertad y afecto.
¿Cómo actúa el maltratador?
Los psicólogos han establecido que el maltratador pasa por tres fases. En la primera hay una tensión creciente en donde la persona va acumulando rabia por la situación que sea. En la segunda fase el agresor explota e incurre en cualquier tipo de violencia y posteriormente viene la frase tres, donde se arrepiente y promete no volver a hacerlo.
I Fase: tensión en aumento
Los roces que pueden darse en la convivencia, se viven cargados de tensión y hostilidad. La víctima evita comportamientos o situaciones que puedan tensionar a su pareja porque reacciona con agresividad y la vida en común se vuelve tensa. Esta fase puede durar años. El victimario subestima a su pareja, no valora sus opiniones ni sus ideas, condiciona su forma de vestir, hablar y actuar y procura controlarla en todo momento y lugar.
II Fase: agresión física
Del desprecio y la tensión, el agresor puede pasar a la agresión física (golpes, gritos, empujones, etc) En este momento, la tensión acumulada se torna violencia y la víctima puede tener o no el valor de denunciar
III Fase: el arrepentimiento
El agresor se muestra arrepentido y abatido, pide perdón y promete cambiar. Generalmente se vuelve a la primera fase del ciclo, porque el matratador solo busca mantener el control de la situación y no perder de vista a su víctima.
Pero aquí recordaremos una de las primeras afirmaciones de este artículo: la persona que ejerce violencia tiene un problema psicológico, por lo tanto, el arrepentimiento es parte del repertorio de conductas.
Es por esto que la persona podría dejar de ejercer maltrato sólo si somete a una terapia psicológica en la que pueda sanar las heridas y traumas de su niñez (psicoanálisis) o también puede optar por una terapia en la que tome consciencia del daño cometido y asuma un control de su propia actitud. Esto debe ir acompañado de una gran voluntad de querer cambiar. En los casos en los que hay una real voluntad de cambio, la terapia de pareja también es recomendable porque ayuda a dimensionar los patrones de conducta dentro de la relación y los límites que no deben traspasarse. El trabajo del psicólogo se centra en el fortalecimiento de la autoestima de la víctima y en la reprogramación de pensamiento y conductas del victimario. Salvar la relación dependerá de múltiples factores y es una tarea que exige paciencia, compromiso y honestidad de todas las partes. m
Sin embargo, la víctima también deberá someterse a una terapia para recuperarse de las secuelas que dejó el maltrato. También es posible que, además del tratamiento psicológico individual, el terapeuta recomiende una terapia de pareja para ayudarlos a reconstruir la relación, siempre y cuando el agresor haya cesado el maltrato.
Las informaciones publicadas por Psicologosonline.cl no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psicologosonline.cl no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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