Relaciones tóxicas: 6 hábitos que tú y tu pareja deben evitar

Es común que, al referirnos a la relación de pareja de nuestros amigos, amigas, familiares o compañeros de trabajo, de vez en cuando surja el concepto "relación tóxica", pero… ¿cuántas veces te has parado de pensar si en el seno de tu propio vínculo amoroso existen hábitos poco saludables?

Luego de múltiples revisiones académicas sobre temas como la felicidad, las relaciones de pareja, crecimiento personal y la pasión, el escritor y autodidacta Mark Mason llegó a la conclusión de que en la mayoría de los estudios sobre relaciones tóxicas o poco saludables se repetían los siguientes 6 hábitos que suelen destruir todo a su paso:

1. El contador amoroso

Qué es: Se trata de ese fenómeno en que la pareja se saca en cara constante y majaderamente errores cometidos en el pasado. Cuando se vuelve una práctica común, parece una verdadera batalla para ver quién se ha equivocado más durante los meses o años de relación y, por lo tanto, quién debe más al otro.

Ejemplo: él te reprocha la mala cara que tuviste toda la noche en el cumpleaños de su mejor amigo, aunque lo compensas diciendo que debería perdonarte porque tú le dejaste pasar esa vez que coqueteó con una compañera de trabajo en la fiesta de empresa.

Esto fácilmente se puede convertir en un espiral eterno en que ambos deben excusarse cada dos minutos por acciones pasadas, en vez de invertir el tiempo en resolver el o los problemas actuales. Por lo tanto, trata los asuntos conflictivos de manera individual, a menos que realmente tengan relación entre sí.

Si elegiste a tu pareja es porque lo aceptas con todas sus acciones y comportamientos previos. Si no es así, entonces en el fondo no lo estás aceptando a él como ser individual. Y si algo te molestó tanto hace un año, por ejemplo, entonces debiste hablarlo y resolverlo en ese momento.

2. El juego de las pistas y otras actitudes pasivas-agresivas

¿Existe algo más desesperante que ver cómo tu pareja lanza indirectas sobre algo que le molestó o que quiere, pero que no te lo diga de forma clara? Y lo peor es que tú tampoco le dices que te irrita, sino que buscas maneras retorcidas y en pequeñas dosis para molestarlo de vuelta.

¿Qué es todo esto? La fórmula para el caos, sobre todo porque no están siendo capaces de comunicarse abierta, clara y cómodamente. Piénsalo: si sientes que puedes expresar tu punto de vista sin ser juzgado o criticado dentro de la relación, ¿por qué deberías ser pasivo-agresivo?

Atrévete a manifestar tus sentimientos y deseos abiertamente, pero ojo: deja claro a tu pareja que no está obligado/a a hacerse responsable por eso que sientes, aunque te encantaría tener su apoyo.

3. Chantaje emocional

Típico: le dices a tu esposo o pololo que esta semana le toca hacer su parte del aseo de la casa porque tú llevas cubriéndolo todo el mes… y él explota y te dice "no puedo tener una relación con alguien así de mandona que no me deja ni respirar".

Antes de que seas tú la que explota, Mark Manson te explica por qué éste es un hábito tóxico:

"Se trata de un chantaje emocional y crea demasiado drama innecesario. Cada tropiezo menor en el flujo de la relación resulta en una supuesta crisis".

¿Qué deberías hacer? Entender, junto a tu pareja, que los pensamientos y sentimientos negativos pueden ser comunicados de una manera segura, sin tener que poner en tela de juicio la relación en su totalidad. Si no, lo único que lograrán será crear un ambiente de deshonestidad y manipulación.

Ojo: es completamente normal molestarse de vez en cuando con la pareja, o que no te guste algo que hace o dice. Ese fenómeno se conoce, según el autor, como… ser un ser humano común y corriente.

4. Tus emociones, su culpa

Digamos que estás teniendo un muy mal día y tu pareja no está siendo muy empático o simplemente no notas su apoyo. Cuando llegas a la casa él está distraído con un partido de fútbol, fuera tomando algo con unos amigos o simplemente no tiene ganas de seguir tu plan de acurrucarse en el sofá y ver una película.

¿Tu reacción? Lo culpas por ser tan insensible frente a tu problema, pese a que no se lo has mencionado siquiera… pero bueno, debería darse cuenta solo y hacer algo para hacerte sentir mejor.

¿Qué tiene de malo? Casi todo. "Culpar a tu pareja por tus emociones es una forma sutil de egoísmo", explica Manson. Si se repite en el tiempo posiblemente se generará una tendencia a la codependencia. Traducción: todo lo que haga el otro debe ser previamente comentado y negociado porque puede hacerte sentir mal, dependiendo de tu estado anímico.

Evita este espiral de manipulaciones y resentimientos de una manera clara: asume la responsabilidad de tus propias emociones y espera que tu pareja haga lo mismo con las suyas. Deja que el otro te consuele o se preocupe por tus problemas de manera autónoma, no obligada.

5. Celos de amor

Enojarte cuando tu pareja habla, toca, llama, manda un mensaje, comparte o estornuda cerca de alguien más… ¿te suena familiar? Y claro, luego canalizas tu enojo con tu pareja e intentas controlar su comportamiento. Esto usualmente lleva a comportamientos poco saludables como revisar su correo electrónico, leer sus chats de Whatsapp cuando él está en la ducha o incluso seguirlo por la ciudad y aparecer inesperadamente cuando no te está esperando.

El autor comenta:

"Me sorprende que algunas personas describan esto como una forma de muestra de afecto. En su cabeza piensan que si sus parejas no fueran celosas, entonces de alguna manera significaría que no los aman".

Y agrega:

"Esto es controlador y manipulador. Transmite un mensaje de falta de confianza en la otra persona. Si mi novia no puede confiar en que esté cerca de otra mujer atractiva por mi cuenta, entonces implica que ella cree que soy: a) un mentiroso, b) incapaz de controlar mis impulsos. En cualquier caso, esa es una mujer con la que no quiero salir".

Qué puedes hacer para mejorar: confiar en tu pareja. Así de simple.

Sentir un poco de celos en alguna situación puntual es natural, pero no caigas en comportamientos controladores que sólo alejarán a tu media naranja.

6. ¿Problemas amorosos? Te regalo la solución

"Mis padres eran expertos en esto", confiesa Mark Manson. "Y los llevó muy lejos: un gran divorcio y luego 15 años sin apenas hablarse. Ambos, cada uno por su lado, me han dicho que éste fue el principal problema en su matrimonio: cubrir constantemente sus verdaderos problemas con placeres superficiales".

Por qué es tóxico: No sólo esconde el problema real debajo de la alfombra (desde donde siempre volverá a emerger de una peor manera), pero sienta un precedente poco saludable.

Imaginemos lo siguiente: una mujer se enoja con su pololo o esposo, así que el hombre lo resuelve comprándole un anillo o llevándola a comer a un restaurant. ¿Las consecuencias?

• La mujer tiene un incentivo inconsciente de encontrar más razones para estar alterada con su pareja.
• Permite que el hombre nunca se haga realmente responsable por los problemas de la relación.

¿Cómo termina la historia? En la mayoría de los casos, "con un hombre inútil que se siente como un cajero automático y una mujer constantemente amargada que se siente no escuchada". Obviamente el ejemplo aplica también en el caso mujer-hombre, hombre-hombre, mujer-mujer, etc.

Qué debes hacer: Simplemente enfrenta el problema. ¿Se perdió la confianza? Habla con tu pareja sobre lo que necesitan para reconstruirla. ¿Alguno se siente ignorado o no valorado? Conversa sobre las formas de restaurar esos sentimientos de apreciación y respeto. ¡Comunícate!

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