​Qué es y cómo combatir la ansiedad social

Se suele confundir la timidez con la ansiedad social, un trastorno que a menudo es conocido como fobia social y que consiste en un miedo irracional a lo que puedan pensar los demás.

Principalmente, temen a todo aquello que pueda implicar la humillación pública, por lo que rehuyen de situaciones que puedan provocarla. Por ejemplo, en el caso de los jóvenes, las disertaciones del colegio o universidad pueden llegar a ser un martirio. Y, en general, existe ese miedo por hablar frente a mucha gente desconocida.

Cuando saben que tendrán dicha situación, comienzan a sentir la preocupación con mucha antelación (que es el punto clave de diferenciación entre la ansiedad normal de las personas a una que sobrepasa los límites de la normalidad) y en el momento le sudan las manos, la voz se les pone temblorosa y la ansiedad realmente se vuelve extrema.

Lo peor es que a veces llega a un nivel tal que quienes la sufren dejan de ir a la escuela o al trabajo simplemente por no querer sentir vergüenza. Es decir, se transforma en un gran impedimento para su desarrollo personal y, aunque reflexionan sobre que no deberían tener dichas sensaciones, finalmente no pueden controlarlo.

Otros síntomas, son, por ejemplo:

• Malestar gastrointestinal.
• Tensión muscular.
• Voz quebradiza.
• Rubor.
• Confusión.
• Palpitaciones.
• Incluso pueden llegar a experimentar ataques de pánico.

Y considerando esto, es que prefieren evitar todo tipo de evento que los lleve a tener que enfrentarse a personas en público, y si por obligación lo deben hacer, experimentan una ansiedad desbordante.

Ahora, según cifras, la ansiedad social es más frecuente en las mujeres que en los hombres, teniendo una relación de 3 a 2, mientras que su incidencia en general es de entre un 5 y 13% de la población global. Además, fundamentalmente, se inicia en la época de la juventud.

Cabe destacar que existen algunas diferencias según ciertos expertos, encontrándonos con personas con ansiedad social funcional y otras con ansiedad social interaccional.

La primera tiene que ver con aquellos que presentan síntomas ante situaciones como conversar con personas por un periodo prolongado, tener que dar discursos, cenar fuera, etc. En cambio, las segundas tienen un temor a las circunstancias en las que deberán estar con otros, como el conocer a personas nuevas.

Tratamiento

Por supuesto, como todo trastorno, la ansiedad social tiene tratamiento y éste se centra principalmente en lograr que quienes sufren de esto puedan tener experiencias sociales sin mayores dificultades.

Generalmente la psicoterapia es la más utilizada, aunque también en muchas ocasiones se aplica en conjunto con cierto tipo de fármacos psiquiátricos. Ahora, en cuanto a la psicoterapia, es tal vez el mecanismo más eficaz y, sobre todo, la que se basa en lo cognitivo conductual, pues se someten a técnicas particulares de reestructuración y entrenamiento de habilidades sociales.

Para ello los pacientes son citados una vez por semana y por al menos 16 oportunidades, todo con el fin de reducir la aparición de los síntomas. También hay alternativas como la terapia de exposición o ejercicios de relajación.

Por eso es fundamental que puedan acudir a un profesional de la materia. Puedes acceder a nuestra base de datos de psicólogos haciendo clic aquí.

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