¿Qué es la técnica del sándwich?

Es un método idóneo para emitir feedback constructivo sin dañar la autoestima. Revisa cómo puedes aplicarlo.

18 ENE 2018 · Lectura: min.
¿Qué es la técnica del sándwich?

Muchas veces nos ha pasado que intentamos opinar sobre el trabajo de alguien pero no lo hacemos ni de la forma correcta ni con las palabras correctas, entonces terminamos lastimando a la otra persona. Pero para que eso no te pase, acá te explicaremos la técnica del sándwich, ¿sabes de qué se trata?

Esta técnica, también conocida como sándwich conversacional "es un método idóneo para emitir feedback constructivo sin dañar la autoestima de la persona que recibe la información", explican en TICbeat.

Su principal aporte, es que nos permite dar feedback negativo, una tarea bastante compleja sobre todo en ambientes laborales.

Lo primero que debes considerar, es que a la hora de realizar tu retroalimentación influirán varias variables como: El estado de ánimo del otro, el entorno en el que se produce la conversación, el tono de voz, el vocabulario, la empatía e incluso el lenguaje corporal. Sí, por eso es tan difícil que nuestro feedback negativo sea asertivo.

Por esto mismo, muchos ya han implementado la técnica del sándwich que se basa en una retroalimentación que se enfoca más en la solución y no en el problema.

¿Por qué ese nombre? Porque el sándwich se compone de dos capas de pan y una capa que va al medio y que es el contenido. Acá es lo mismo, pero la primera capa sería un refuerzo positivo, la segunda capa o relleno sería la crítica que se quiere realizar y la última capa sería una acción de gratitud o de reconocimiento por el esfuerzo.

Estos comentarios positivos antes y después de la crítica es lo que algunos denominan la regla de las "3 k's": "Kiss, kick ass, then kiss again" (beso, patada en el trasero y otro beso).

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¿Por qué esta técnica funciona? Porque el primer comentario positivo te permite tener toda la atención de tu interlocutor y una buena recepción del mensaje. Esto hará que su postura y disposición a continuar escuchando sea mucho mejor.

Después dices cuál es tu crítica, lo que te permite realizar la corrección que necesitas, el llamado de atención o manifestar el cambio que buscas. Y por último, terminas nuevamente con un mensaje positivo, que hará que tu receptor no se quede con la sensación de que fue un ataque, de que no valoraste su fuerzo o que fue una crítica personal.

Un ejemplo: "Felipe, he leído tu presentación y me pareció interesante en varios puntos. Considero que es una buena iniciativa o podríamos trabajar en ella. Sin embargo considero que los puntos dos y tres debes plantearlo de otra forma, pues no están alineados con lo que queremos transmitir como empresa. Pero creo que podemos hacer un excelente trabajo, pues veo en ti muy buena disposición a hacer las cosas bien".

Si bien la crítica es fuerte, porque le está diciendo directamente que algunas de sus ideas no tienen nada que ver con la empresa, el inicio y final positivo lo suaviza e incluso hace que la persona se motive a seguir mejorando, transformándose en un mensaje de inspiración.

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