Las claves para educar a un adolescente

El proceso de crianza nunca es fácil, pero pareciera ser que se pone más difícil cuando los hijos llegan a la etapa de la adolescencia. Incluso hay quienes dicen que “hoy en día dices que tienes un hijo adolescente y te dan el pésame”.

Y es que se trata de una edad en que los menores enfrentan muchos cambios, tanto físicos como psicológicos, por lo que deben aprender a vivir con su nuevo “yo”.

Sin embargo, para el profesor español Óscar González autor del libro “365 formas de educar”, la adolescencia puede ser vista como una oportunidad para los padres; una etapa que se puede y se debe disfrutar.

Lo primero que los padres deben aceptar, es que la adolescencia es una etapa de continuos conflictos, pues se trata de un periodo de crecimiento y de adaptación para ambas partes.

En este sentido, uno de los principales problemas que enfrentan los padres es que les cuesta aceptar que sus hijos ya no nos niños y, por lo mismo, los siguen tratando como niños, lo que genera un rechazo en el adolescente y actitudes rebeldes.

Pero también están los padres que durante esta etapa le exigen al adolescente la madurez de un adulto y le reprochan las actitudes infantiles que tienen en ocasiones, lo que también genera rechazo, pues en menor se siento ridiculizado.

Por esto, el auto de “365 formas de educar” propone educar desde la exigencia, pero con ternura; con autoridad, pero también con cariño; y nunca caer en permisividad ni autoritarismo.

Para él, la adolescencia debe ser vista como una oportunidad en que los padres pueden corregir lo que enseñaron mal, lo que no enseñaron o lo que se aprendió mal, por lo tanto, es un momento en que el proceso de crianza se debe seguir disfrutando y aprovechando, considerando los nuevos desafíos que la nueva etapa implica.

Las cinco claves para criar a un adolescente

La comunicación es fundamental: No pierdas nunca la oportunidad de hablar con tu hijo, de preguntarle cómo fue su día, de ofrecerle ayuda y de demostrarle que él es importante.

Para esto es fundamental que siempre te pongas en su lugar, que reflexiones sobre cómo eras tú a esa edad, qué te molestaba de tus padres. Quizás en esa reflexión encuentres muchas respuestas.

Dentro de la comunicación, cuida siempre tu lenguaje no verbal, no le digas que estás interesado en lo que te dice si no dejas de mirar el celular o la televisión.

No le pongas etiquetas: Las etiquetas nunca son buenas “el flojo”, “el rebelde”, “el contestador”, “el insolente”… Las etiquetas nunca promoverán un cambio positivo.

No lo critiques: Puedes criticar sus acciones, pero jamás su persona, pues hay una gran diferencia entre decir “lo que hiciste no estuvo bien” a “eres un inepto”.

Muestra tu afecto: Aunque no lo parezca, los adolescentes necesitan sentirse queridos y comprendidos, necesitan escuchar cuánto los quieres, pues es una etapa de mucha inseguridad para ellos.

Utiliza la llave mágica de la negociación: La negociación será lo que te permita resolver  conflictos. No seas drástico con tus decisiones u órdenes. Recuerda que la primera clave de la crianza de un adolescente es la comunicación. 

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