Cómo gestionar la ira de manera eficaz

En más de una ocasión hemos tenido un "ataque de ira" o hemos presenciado una situación de este tipo. Se trata de una situación incómoda, desagradable que incluso puede resultar intimidante para quienes están presenciando el acto. Y es que tal nivel de descontrol está acusando un problema mayor, pues todos nos hemos vistos sometidos a situaciones estresantes pero no todos reacciones de una forma agresiva y violenta.

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¿Sabías que esto podría llegar a afectar tu vida personal, familiar, laboral y social? Nadie quiere estar cerca de alguien que no es capaz de controlar su ira. ¿Eres de esos? Entonces atento a estos consejos.

Utiliza un lenguaje pasivo

Lo que uno se dice a sí mismo influye en nuestro comportamiento y emociones. Si nos decimos "esto es insoportable", "esto es horrible", "no lo aguanto más", lo más probable es que nuestra reacción explosiva, pero si suavizamos nuestro lenguaje con frases como "esto no es lo que esperaba, pero será sólo una mala experiencia" o "ya pasará", nuestra actitud frente a esta situación será considerablemente mejor.

Adopta una actitud tranquila

Si su tono de voz es sereno, si esboza una sonrisa, si mantiene su cuerpo relajado, el mensaje que estará enviando a su cerebro es que todo está en orden, por lo que su sistema nervioso no entrará en estado de "alerta".

Practica habilidades sociales e inteligencia emocional

Entender los sentimientos de los demás y por qué actúan de una determinada manera, te permitirá ser una persona más comprensiva, tolerante y empática y, por lo tanto, menos propensa a sufrir ataques de ira.

Debemos entender que no todos somos iguales, que todos tenemos distintas opiniones, gusto y forma de actuar, por lo que ante la diferencia o lo distinto nuestra actitud debe de abertura a escuchar, entender y comprender.

No olvides ser prudente

La honestidad es una virtud, pero la honestidad sin tacto es de mal gusto. El dicho dice "si no tienes nada bueno que decir, mejor no hablar" y en ciertas situaciones esta frase aplica a la perfección. Opinar sin tacto puede llegar a herir sentimiento y causar discusiones absolutamente evitables.

No dejes que la bomba explote

Acumular malos ratos y no expresar adecuadamente lo que sentimos es una bomba de tiempo que tarde o temprano explota. Por esto, es importante intentar solucionar aquello que nos molesta. Por ejemplo, si consideras que tu jefe está siendo injusto, espero un momento en que ambos estén de buen ánimo y convérsalo de forma tranquila y honesta, pero cuidando tus palabras para no ser malinterpretado. O si después de una discusión tienes un mal sentimiento, no dejes pasar el tiempo y pide disculpas o manifiesta tu intención de buscar una solución, eso te ayudará a sacarte un peso de encima.

Realiza actividades que te hagan sentir bien

Si durante el día sólo realizas actividades que te desagradan, difícilmente podrá sentirte feliz. En cambio, si dentro del día te tomas unos minutos para algo que te gusta, te divierte, te anima o te hace feliz, esos simplemente minutos harán que tu actitud frente a todo lo demás sea mucho más positiva.

Ten presente que la ira, al igual que cualquier otro sentimiento negativo, le hace mal a nuestra mente y a nuestro cuerpo, de ahí la importancia de aprender a gestionar esa rabia o cualquier otra emoción que no esté enfermando.

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