10 mitos en torno a la Psicología y los psicólogos

Por temas de extensión sólo hemos seleccionado los diez principales, pero sabemos que existen muchas más "verdades a medias" respecto a esta profesión y campo de estudio:

1.- Los psicólogos existen para personas débiles

¡En lo absoluto! Buscar ayuda significa que identificaste un problema y quieres estar mejor, lo que demuestra de por sí una gran fortaleza interior. Cuando algo nos pesa demasiado y estamos en una situación desesperada, contactar a un psicólogo nos permite descargarnos y, poco a poco, ver las cosas con mayor claridad para encontrar soluciones concretas.

2.- Todos los sueños tienen un significado oculto

La realidad es que todos soñamos, lo recordemos o no; mientras que los sueños no son más que representaciones generadas por nuestra mente (con o sin sentido). Según diversas investigaciones, aproximadamente el 90% de los sueños son descripciones claras de actividades y problemas diarios (Domhoff, 2003; Dorus, Dorus & Rechtschaffen, 1971), lo que contradice la teoría de Sigmund Freud planteada en su libro La Interpretación de Sueños (1900) sobre un significado oculto de los sueños que debe ser interpretado mediante análisis.

¿Por qué soñamos? Hasta cierto punto sigue siendo un misterio, aunque se cree que éstos sirven para:

• Procesar recuerdos emocionales.
• Integrar nuevas experiencias con recuerdos establecidos con el fin de darle sentido y crear un modelo de realidad virtual del mundo.
• Aprender nuevas formas de hacer las cosas.
• Simular eventos amenazantes para poder lidiar con ellos de mejor manera en un futuro.
• Reorganizar y consolidar los recuerdos.

3.- Sólo la gente loca recurre a terapia

En primer lugar, el uso de las palabras "loco" o "locura" está cargado de ideas negativas y muy anticuadas respecto a la salud mental, lo que nos remonta a la época en que poco y nada se sabía sobre los trastornos psicológicos y su clasificación. En este sentido, los psicólogos están ahí no sólo para cubrir las necesidades de personas con enfermedades mentales, sino que también para escucharnos y enseñarnos cómo resolver problemas de una manera más sana y efectiva.

4.- Las enfermedades mentales te vuelven violento

La mayoría de las personas que ven a un terapeuta no son peligrosas, violentas ni excéntricas. De hecho, las personas con enfermedades mentales diagnosticadas son más tendientes a ser víctimas de violencia, de acuerdo a un estudio realizado en 2013 por la revista American Journal of Public Health.

5.- Cuando decides ir a terapia de pareja, la relación ya está muerta

Cualquier pareja puede pasar por momentos difíciles en que la comunicación se rompe o sus integrantes tienen la sensación de simplemente vivir bajo el mismo techo más que disfrutar en plenitud su relación. En estos casos, y en muchos más, la terapia de pareja puede ser una buena manera de reconectarse y encontrar proyectos de vida en común.

Eso sí, por supuesto existen casos en que la terapia de pareja permite a los consultantes darse cuenta de que la historia ha llegado a su fin, pero de una manera reposada y tranquila.

6.- Un psicólogo sólo puede ayudarte si ha vivido lo mismo que tú

La empatía es una cosa y el ser psicólogo es otra. En muchos casos ambos temas se mezclan, pero no es un requisito fundamental que tu psicólogo haya vivido las mismas experiencias que tú para entender tu dolor o preocupaciones; así como un amigo o familiar no necesariamente tiene que ser psicólogo para empatizar con sus sentimientos.

7.- La hipnosis manipula tu mente

Algunas personas todavía temen que, al estar hipnotizados, perderán el control, la voluntad de decisión y por lo tanto serán vulnerables y dominados: esto es obviamente falso. ¿Por qué? La hipnosis es una técnica al paciente entrar en trance y sumergirse en sí mismo, por lo tanto el psicólogo no puede obligarlo a nada.

Además, para realizar una sesión de este tipo, es necesario que el paciente acceda de manera voluntaria, ya que se trata de un estado de focalización atencional, que no es lo mismo que una pérdida de consciencia o una amnesia temporal. De hecho, la mayoría de las personas sometidas a hipnosis luego recuerdan la totalidad o gran parte de la sesión.

8.- Nuestra memoria es como una grabadora

¿Siempre te jactas de tener la "memoria de un elefante"?, ¿recuerdas a la perfección cada fiesta compartida desde los 10 años? No estés tan segur@. Según Scott Lilienfeld, psicólogo de la Universidad Emory,

"Hoy en día existe un amplio consenso entre los psicólogos respecto a que la memoria no es reproductiva – es decir, no duplica precisamente lo que ha experimentado – sino que reconstructiva. Lo que recordamos es muchas veces una mezcla borrosa de recuerdos precisos, junto con lo que coincide con nuestras creencias, necesidades, emociones y corazonadas".

Por lo tanto, nuestra memoria es increíblemente falible, y esto puede ser particularmente problemático en los tribunales: al menos en Estados Unidos, los testigos oculares han contribuido a la condena de una gran cantidad de personas inocentes.

9.- Los psicólogos analizan a la gente incluso fuera de sus consultas

Los psicólogos son personas "comunes y corrientes" que no tienen un sexto sentido ni analizan a las personas en la vida cotidiana. En este sentido, vale la pena puntualizar que una terapia requiere de ciertos elementos básicos, tanto por parte del profesional como del consultante y su entorno, con el fin de realizarse de manera adecuada -- es decir, no es tan simple como que un psicólogo se siente en una plaza y, con sólo mirar a las personas, pueda conocer sus problemas y posibles trastornos.

10.- Un psicólogo habla lo mismo que te podría decir tu mejor amigo

Es muy común pensar que psicólogo y amigo son sinónimos, pero para simplificar el asunto vale con exponerlo así: los amigos pueden dar una visión de los problemas e intentar ayudarte y aconsejarte, pero siempre lo harán desde la subjetividad de la amistad y, de hecho, no siempre se atreven a decir lo que piensan para librarse de un enfado. Un psicólogo, en cambio, es un profesional acreditado como tal para brindar terapia, no sólo consejos, además de ser una persona "imparcial" que puede proveer orientación basada en su formación y experiencia en el área de la salud mental y el bienestar psicológico.

¿Siguen con dudas sobre si debes o no acudir a un psicólogo? Te invitamos a conversar sobre este tema en nuestro foro, donde existen muchos usuarios que te pueden contar su experiencia.

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