La importancia psicológica de perder el tiempo

¿Por qué es sano y productivo hacer nada (de vez en cuando)?

19 JUN 2017 · Lectura: min.
Imagen 2: Shutterstock.

Siempre existirá una lista interminable de tareas a completar y en las que trabajar, y una cultura de productividad incansable nos dice que lo hagamos de inmediato, sintiéndonos muy culpables respecto a cualquier tiempo perdido.

Pero la verdad es que una vida dedicada exclusivamente a responder correos electrónicos es una vida bastante aburrida. Y el tiempo "perdido" es, en realidad, altamente satisfactorio y necesario.

¿No lo crees? Conoce la historia del creador de Inbox Zero: a Merlin Mann se le encargó escribir un libro sobre su sistema de optimización de correo electrónico. Dos años después abandonó el proyecto y publicó un post en su blog sobre cómo había pasado tanto tiempo enfocado en cómo invertir bien el tiempo que terminó perdiendo valiosos momentos con su hija.

¿Entonces? El problema viene cuando pasamos tanto tiempo buscando la productividad de manera enfermiza que nos rehusamos a tomar descansos reales. Rechazamos dormir como corresponde o ir a caminar al aire libre o leer un libro en el balcón – e incluso si logramos tener tiempo libre, esto viene con la inminente preocupación de las cosas que deberíamos estar haciendo, por lo que la experiencia se vuelve poco placentera debido al sentimiento de culpabilidad.

La realidad de muchos es que recurrimos a la actividad menos placentera de todas: sentarnos frente al computador a revisar sitios web superfluos y, en definitiva, a contribuir en absolutamente nada a nuestra felicidad o productividad.

"Existe la idea de que debemos estar siempre disponibles y trabajar todo el tiempo", dice Michael Guttridge, psicólogo especializado en el comportamiento dentro del entorno laboral. "Es difícil romper ese patrón e ir al parque".

Pero las desventajas son obvias: terminamos distrayéndonos, buscando pasatiempos en las redes sociales y autoconvenciéndonos de que estamos haciendo miles de cosas a la vez, cuando la realidad es que pasamos mucho más tiempo del necesario en las tareas básicas.

Además, dice Guttridge, nos estamos perdiendo los beneficios mentales y físicos de invertir tiempo en nosotros mismos: "Las personas comen en sus escritorios y frente a sus computadores – es asqueroso. Deberían ir a caminar, a la cafetería, simplemente dar una vuelta".

shutterstock-611833046.jpg

No es un pensamiento al que debemos darle tantas vueltas. Como escribe Alex Soojung-Kim Pan, autor de REST: Por qué haces más cuando trabajas menos, algunas luminarias como Charles Dickens, Gabriel García Márquez y Charles Darwin tenían rutinas bastante relajadas, trabajando cinco horas diarias o menos.

La verdad es que el trabajo se ajusta al tiempo que le asignamos y, en el caso de la mayoría de nosotros, probablemente podríamos pasar bastantes menos horas en la oficina y estaríamos haciendo la misma cantidad de trabajo que en la actualidad. Es decir, es un asunto de destruir algunos hábitos y crear otros nuevos.

A veces incluso las actividades que están pensadas para ser de puro ocio y gusto, como ver una película o ir a correr, pueden estar cargadas por un sentido de responsabilidad. Guttridge dice que ha escuchado rumores sobre directores de empresas que ven las películas mientras las adelantan en el reproductor, con el fin de llegar a la parte central de la trama más rápido. Y quizás sienten que logran su cometido, pero ciertamente no experimentan el placer asociado a sumergirse en el mundo cinematográfico.

"Perder el tiempo consiste en recargar tus baterías y sentir alivio", dice. Destinar momentos a ser totalmente, gloriosamente, orgullosamente improductivos te hará mejor en tu trabajo, dice Guttridge. Pero también es gratificante por sí mismo.

Incluso la (a veces) poco decorosa acción de invertir un fin de semana completo en una maratón de series puede ser una experiencia transportadora – si te relajas y la disfrutas eso sí. Un estudio descubrió que ver televisión es considerablemente mejor disfrutable para aquellos que luego se autocastigan por no haberse despegado del sofá.

Al final del día, todos tenemos la necesidad de distraernos mientras leemos una revista, caminamos por un parque o simplemente hacemos absolutamente nada. Deberíamos valorar esos momentos y verlos como lo que realmente son: tiempo bien invertido.

¿Quieres seguir leyendo?

¡Muy fácil! Accede gratis a todos los contenidos de nuestra plataforma con artículos escritos por profesionales de la psicología.

Al continuar con Google, aceptas nuestras Condiciones de uso y Política de Protección de Datos


PUBLICIDAD

Psicólogos
Escrito por

PsicologosOnline.cl

Nuestro comité de expertos, formado por psicólogos colegiados, se compromete a proporcionar información y recursos precisos y confiables. Toda la información se respalda con evidencia científica y se contrasta para garantizar la calidad de sus contenidos.
Consulta a nuestros mejores especialistas en
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

últimos artículos sobre actualidad en salud mental

PUBLICIDAD